A todos mis lectores, les pido una disculpa sentida porque esta columna que es suya, la he dedicado, en las últimas semanas, casi exclusivamente a temas que tienen que ver con la política, pero creo que es necesario que sigamos hablando de este tópico por su importancia en la vida social, económica y de nuestro entorno.
Decíamos ayer, el filósofo griego Aristóteles definió al hombre como un “zoon politikon”, que significa animal político. Los griegos dicen que las palabras “polis” o “politikós” se refieren a todos los asuntos de la ciudad y al ciudadano. También encontramos otros conceptos de política en donde se establece que es el arte de gobernar y promulgar leyes, reglamentando para mantener la tranquilidad y seguridad públicas al igual que conservar buenas costumbres.
Los tiempos actuales se encuentran inmersos en campañas, en donde a cambio de una dádiva (playeras, gorras, televisores, tortas, etc.), existe el riesgo de hipotecar nuestro futuro, el cual pagaremos la factura en los próximos 6 años, habrá que estar atentos ante esta encrucijada.
Es un buen momento para que cada ciudadano mexicano, ponga en la mesa del debate su preferencia en el voto y se cuestione si tiene ideales; si su respuesta es sí, le planteo a éstos lo que expresó Carl Schurz: “Los ideales son como las estrellas, nunca las podemos tocar con las manos, pero al igual que los marinos en altamar, las tenemos como nuestra guía y siguiéndolas llegamos a nuestro destino”.
Por ende, distingamos entre quienes se presentan ante nosotros como los grandes líderes y si visualizamos a uno con el carisma, el empuje, el enfoque, la mesura y la madurez para convocar a todos y su objetivo primordial sea resolver la problemática que nos aqueja y tenga como estandartes la cooperación, la solidaridad y la fraternidad y que este líder esté dispuesto hasta olvidarse de él mismo para solucionar la problemática nacional, no dudes en seguirlo.
Para que esto sea posible, tenemos que hacer un análisis de nuestro pasado, habida cuenta que el corazón de nuestra política, en los últimos tiempos, ha sido el que se logró erradicar el presidencialismo, es decir, una dictadura partidista que se daba cuando el presidente controlaba las dos cámaras del Poder Legislativo, es decir la de Senadores y Diputados Federales; porque no podemos borrar de nuestra memoria histórica los antecedentes de un Porfirio Díaz o un Antonio López de Santa Anna que controlaron al país durante décadas a su contentillo.
Por ello, hago hincapié que a los políticos ni todo el amor ni todo el poder.
Debe el electorado dejar claro que al sufragar su voto, lo hace con un candidato comprometido con su causa a través de un proyecto ideológico y programa de acción, doctrina, principios y valores, y no por el solo interés personal y económico.
Para ello en tratándose de la elección presidencial debemos de ir visualizando la pertinencia de la segunda vuelta electoral, para el efecto de que el ganador tenga la fortaleza y legitimación suficiente para representar a las mayorías, y de esta forma pueda negociar en favor de los mexicanos los proyectos y planes estratégicos y sustentables para hacer de nuestro país una mejor nación con el apoyo y respaldo del Congreso de la Unión, y si esto no es así que sea este poder el contrapeso para no aprobar políticas equivocadas.
En este orden, me voy a referir a un proyecto de boleta electoral que presentó en su portada la revista mensual “Voz y voto” #301 del mes de marzo de 2018, la cual se entregará a cada uno de los electores para elegir al próximo presidente de México, en concreto establece en su texto: “Marque el recuadro de su preferencia “, pero resulta que Andrés Manuel López Obrador aparece en 3 ocasiones en un recuadro con diferente logotipo de cada uno de los partidos políticos que lo postula: Morena, Encuentro Social y PT; Ricardo Anaya Cortés, igual en 3 ocasiones por: el PAN, PRD y M.C.; José Antonio Meade Kuribreña por: PRI, Partido Verde y Partido Alianza; y la candidata independiente, Margarita Zavala, entre otros.
Esta muestra, desde el momento en que la estamos observando ya está generando confusión, debido a que muchos mexicanos son analfabetas y al no saber leer, eligen por las siglas del partido o los colores, y otros al aparecer su nombre en 3 ocasiones, puede votarse en los 3 recuadros y no sólo en uno, lo más fácil sería que si es el mismo candidato, el voto se da por bueno, pero de lo contrario esto va a generar pérdida de tiempo en el conteo e inclusive confusión porque sería mucho más práctico poner en un mismo recuadro el nombre del candidato junto con los partidos que lo postulan.
Atento a lo anterior nos debe preocupar que el Instituto Nacional Electoral (INE), el cual dicho sea de paso, ocupó un gasto exorbitante por la puntada de cambiarle el nombre de IFE a INE para que ahora nos salga con esta probable boleta en el proceso electoral federal para la Presidencia de la República, y obviamente con toda seguridad, también los candidatos a diputados federales, gobernadores, presidentes municipales, etc. correrán con la misma suerte.
Lo que nos conlleva a pensar en un proceso electoral plagado de confusiones cuando su función primordial de este instituto es el de llevar a cabo unas elecciones en donde los electores tengan la oportunidad de votar de una manera clara, sencilla y contundente.
Cierro mi participación, invitando a que exijamos a cada uno de los candidatos en comento, que no se presenten ante nosotros con retóricas desgastadas, discursos demagógicos y nos cuestionemos ¿quiénes son?, ¿qué han hecho? Como personas en su trayectoria ética y moral, y si verdaderamente tienen un proyecto que combata los temas torales que nos aquejan en cuanto a la seguridad, la pobreza, empleo y calidad de vida para sus gobernados.
galvantorres33@hotmail.com