/ viernes 7 de enero de 2022

Antena | Debaten por interferencias y aquí los solapan

En este oficio, suelen encontrarse una serie de paradojas que nos enseñan a comprender las diferentes formas de tratamiento para resolver problemáticas de políticas públicas, como es el caso de las interferencias de señales en materia de telecomunicaciones y los sistemas de navegación de aviones.

Bajo el entendido, que estamos hablando de empresas que están constituidas legalmente, cumplen con sus obligaciones jurídicas y pagan impuestos.

En la actualidad, existe un debate mundial sobre la posible interferencia de las señales móviles 5G en los instrumentos de aviones, lo que ha orillado a que la implementación de que la era 5G en Estados Unidos se retrase al menos en las cercanías de los aeropuertos y en algunos países como Francia se está solicitando a los pasajeros que tengan equipos 5G, que los apaguen.

El detalle está en que existen análisis de que la tecnología 5G pudiese generar afectaciones en los sistemas de navegación de los aviones y aunque algunos sistemas son capaces de protegerse de dicha interferencia, no todos los aviones cuentan con el equipo necesario para hacerlo, en contraste los operadores de telecomunicaciones refieren que en casi 40 países opera la tecnología 5G en el espectro de la Banda C -que es donde opera- no existen casos de interferencias.

En Estados Unidos recién se pidió a los principales operadores de telecomunicaciones (ATT y Verizon) que pospongan la implementación de redes 5G para dilucidar técnicamente si existe o no interferencia, para lo que tuvo que intervenir el Secretario de Transporte y la autoridad aeronáutica de ese país, lo que generó un conflicto político entre la industria aérea y de telecomunicaciones, así como un posible atraso para los americanos en la carrera de despliegue de la tecnología 5G frente a otros países como China y Corea.

Hasta ahora han fijado una tregua para valorar conjuntamente los interesados una solución, a fin de tener certeza que existirá seguridad en los vuelos, pero a su vez no perjudicar el desarrollo tecnológico.

Lo interesante en este asunto es: ¿Y en México ya se valoró esta situación? o al igual que con las estaciones de radio piratas que está comprobado que producen interferencia perjudicial con la navegación aérea ¿lo van a dejar pasar? o bien ¿será un problema irrelevante para México dado lo incipiente de las redes 5G en nuestro país? que prefieren “tapar el pozo, después del niño ahogado”.

Y es aquí donde encontramos las incongruencias en el tratamiento político y legal, en el caso de las interferencias entre frecuencias; mientras en Estados Unidos su gobierno busca un diálogo y ver como no afectar a los sectores económicos involucrados; en México, por su parte, se es consecuente con estaciones ilegales sin importar perjudicar a una industria y hasta la seguridad de pasajeros. Y en cuanto al avance tecnológico, no importa que lleguemos tarde, siempre así sucede.

En este oficio, suelen encontrarse una serie de paradojas que nos enseñan a comprender las diferentes formas de tratamiento para resolver problemáticas de políticas públicas, como es el caso de las interferencias de señales en materia de telecomunicaciones y los sistemas de navegación de aviones.

Bajo el entendido, que estamos hablando de empresas que están constituidas legalmente, cumplen con sus obligaciones jurídicas y pagan impuestos.

En la actualidad, existe un debate mundial sobre la posible interferencia de las señales móviles 5G en los instrumentos de aviones, lo que ha orillado a que la implementación de que la era 5G en Estados Unidos se retrase al menos en las cercanías de los aeropuertos y en algunos países como Francia se está solicitando a los pasajeros que tengan equipos 5G, que los apaguen.

El detalle está en que existen análisis de que la tecnología 5G pudiese generar afectaciones en los sistemas de navegación de los aviones y aunque algunos sistemas son capaces de protegerse de dicha interferencia, no todos los aviones cuentan con el equipo necesario para hacerlo, en contraste los operadores de telecomunicaciones refieren que en casi 40 países opera la tecnología 5G en el espectro de la Banda C -que es donde opera- no existen casos de interferencias.

En Estados Unidos recién se pidió a los principales operadores de telecomunicaciones (ATT y Verizon) que pospongan la implementación de redes 5G para dilucidar técnicamente si existe o no interferencia, para lo que tuvo que intervenir el Secretario de Transporte y la autoridad aeronáutica de ese país, lo que generó un conflicto político entre la industria aérea y de telecomunicaciones, así como un posible atraso para los americanos en la carrera de despliegue de la tecnología 5G frente a otros países como China y Corea.

Hasta ahora han fijado una tregua para valorar conjuntamente los interesados una solución, a fin de tener certeza que existirá seguridad en los vuelos, pero a su vez no perjudicar el desarrollo tecnológico.

Lo interesante en este asunto es: ¿Y en México ya se valoró esta situación? o al igual que con las estaciones de radio piratas que está comprobado que producen interferencia perjudicial con la navegación aérea ¿lo van a dejar pasar? o bien ¿será un problema irrelevante para México dado lo incipiente de las redes 5G en nuestro país? que prefieren “tapar el pozo, después del niño ahogado”.

Y es aquí donde encontramos las incongruencias en el tratamiento político y legal, en el caso de las interferencias entre frecuencias; mientras en Estados Unidos su gobierno busca un diálogo y ver como no afectar a los sectores económicos involucrados; en México, por su parte, se es consecuente con estaciones ilegales sin importar perjudicar a una industria y hasta la seguridad de pasajeros. Y en cuanto al avance tecnológico, no importa que lleguemos tarde, siempre así sucede.