/ jueves 18 de octubre de 2018

Caja Negra

¿EL GOBIERNO ES PADRE DE LA CORRUPCIÓN?

“Lo último corrompido, ¿No es el principio de lo engendrado? (Giordano Bruno) Los ciudadanos estamos hasta la madre de la corrupción. Parece que es un lugar común cuando se repite con tanta efervescencia de cara a la llamada clase política. Es más, hoy con el fenómeno democratizador de las redes sociales, baste abrir la cuenta de cualquier político y tronárselo en su red social.

Pero ¿En verdad los políticos son los responsables de la corrupción en este país? Ahí le va un contexto: la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental elaborada por el INEGI para el 2017, reveló que el costo total a consecuencia de la corrupción en la realización de pagos, trámites o solicitudes de servicios públicos y otros contactos con autoridades, fue de 7 mil 218 millones de pesos.



“Lo último corrompido, ¿No es el principio de lo engendrado? (Giordano Bruno) Los ciudadanos estamos hasta la madre de la corrupción. Parece que es un lugar común cuando se repite con tanta efervescencia de cara a la llamada clase política. Es más, hoy con el fenómeno democratizador de las redes sociales, baste abrir la cuenta de cualquier político y tronárselo en su red social.

Es decir, la media es que cada mexicano que dijo haber incurrido en esta práctica, desembolsó unos 2 mil 273 pesos en actos de corrupción ¿Fue ciudadanía sometida?, ¿Aceptación de partes?, ¿Quién es el responsable directo? La encuesta del INEGI reveló que hubo un incremento de 12.5 por ciento en actos de corrupción en los que participaron los ciudadanos con respecto al 2015 cuando el costo de la corrupción en este país fue de 6 mil 418 millones de pesos. Aunque se dice que la corrupción se terminará barriendo de arriba hacia abajo, quizá debería verse si en los otros peldaños de la escalera está la práctica de corrupción.

El eufemismo de terminar con el poder, de ir contra las instituciones, de generar justicia contra los poderosos, es un discurso romántico sustraído de las novelas. Fuera de realidad y proporción. A nadie a fuerzas se le incita a cometer un acto de corrupción.

Veamos: la encuesta Democracia sin Pobreza 2018 reveló que al menos 9 millones de mexicanos aceptaron vender su voto a un partido político para la jornada electoral del 1 de julio.

La encuesta, elaborada por la firma Data PM y que fue patrocinada por la agrupación Democracia sin Pobreza, destaca también que al menos 15 millones de mexicanos habrían rechazado regalos, servicios, favores o trabajo ofrecido por algún partido político para ofrecer, a cambio, su sufragio.

Los hallazgos que se encuentran disponibles en la página de la ONG www.democraciasinpobreza.mx revelan que, en su mayoría, los mexicanos habrían rechazado sucumbir a los ofrecimientos de los partidos políticos y, en su mayoría, los ciudadanos han aceptado.

Democracia sin pobreza revela que las ofertas de partidos políticos a los ciudadanos habría llegado a 29.9 millones de votantes en todo el país.

Y pone nombre y apellido: la coalición Todos por México (PRI-PVEM-Panal) ofreció sobornos a 5.3 millones de votantes elegibles; la coalición Por México al Frente (PAN-PRD-MC) a 4.9 millones de votantes elegibles mientras que la coalición Juntos Haremos Historia (Morena-PT-PES) a 600 mil ofertas por votos. La plataforma Democracia Sin Pobreza va más allá de las encuestas. Su portal contiene un mapa donde los ciudadanos pueden denunciar, incluso con fotografía y georeferencia, los lugares donde se realicen las prácticas de corrupción que, normalmente, son cometidas entre los mismos ciudadanos. Sí, la corrupción es más escandalosa cuando se comete por servidores públicos, pero ¿Fuenteovejuna no merece sanción por la práctica que tanto condena?. Frases tales de “cómo nos arreglamos, al cabo no es mucho, qué tanto es tantito, y si me echa la mano oficial” deberían terminarse y solo así podríamos caminar a una verdadera transformación en este país. Así las cosas. (*) El autor es periodista que ha publicado en la prensa local, nacional y extranjera. Es analista político y editor en el portal Platino News, Noticias para la Nueva Generaciónwww.platino.newsTwitter: @MartinDiegoMXCorreo: martin@platino.news

¿EL GOBIERNO ES PADRE DE LA CORRUPCIÓN?

“Lo último corrompido, ¿No es el principio de lo engendrado? (Giordano Bruno) Los ciudadanos estamos hasta la madre de la corrupción. Parece que es un lugar común cuando se repite con tanta efervescencia de cara a la llamada clase política. Es más, hoy con el fenómeno democratizador de las redes sociales, baste abrir la cuenta de cualquier político y tronárselo en su red social.

Pero ¿En verdad los políticos son los responsables de la corrupción en este país? Ahí le va un contexto: la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental elaborada por el INEGI para el 2017, reveló que el costo total a consecuencia de la corrupción en la realización de pagos, trámites o solicitudes de servicios públicos y otros contactos con autoridades, fue de 7 mil 218 millones de pesos.



“Lo último corrompido, ¿No es el principio de lo engendrado? (Giordano Bruno) Los ciudadanos estamos hasta la madre de la corrupción. Parece que es un lugar común cuando se repite con tanta efervescencia de cara a la llamada clase política. Es más, hoy con el fenómeno democratizador de las redes sociales, baste abrir la cuenta de cualquier político y tronárselo en su red social.

Es decir, la media es que cada mexicano que dijo haber incurrido en esta práctica, desembolsó unos 2 mil 273 pesos en actos de corrupción ¿Fue ciudadanía sometida?, ¿Aceptación de partes?, ¿Quién es el responsable directo? La encuesta del INEGI reveló que hubo un incremento de 12.5 por ciento en actos de corrupción en los que participaron los ciudadanos con respecto al 2015 cuando el costo de la corrupción en este país fue de 6 mil 418 millones de pesos. Aunque se dice que la corrupción se terminará barriendo de arriba hacia abajo, quizá debería verse si en los otros peldaños de la escalera está la práctica de corrupción.

El eufemismo de terminar con el poder, de ir contra las instituciones, de generar justicia contra los poderosos, es un discurso romántico sustraído de las novelas. Fuera de realidad y proporción. A nadie a fuerzas se le incita a cometer un acto de corrupción.

Veamos: la encuesta Democracia sin Pobreza 2018 reveló que al menos 9 millones de mexicanos aceptaron vender su voto a un partido político para la jornada electoral del 1 de julio.

La encuesta, elaborada por la firma Data PM y que fue patrocinada por la agrupación Democracia sin Pobreza, destaca también que al menos 15 millones de mexicanos habrían rechazado regalos, servicios, favores o trabajo ofrecido por algún partido político para ofrecer, a cambio, su sufragio.

Los hallazgos que se encuentran disponibles en la página de la ONG www.democraciasinpobreza.mx revelan que, en su mayoría, los mexicanos habrían rechazado sucumbir a los ofrecimientos de los partidos políticos y, en su mayoría, los ciudadanos han aceptado.

Democracia sin pobreza revela que las ofertas de partidos políticos a los ciudadanos habría llegado a 29.9 millones de votantes en todo el país.

Y pone nombre y apellido: la coalición Todos por México (PRI-PVEM-Panal) ofreció sobornos a 5.3 millones de votantes elegibles; la coalición Por México al Frente (PAN-PRD-MC) a 4.9 millones de votantes elegibles mientras que la coalición Juntos Haremos Historia (Morena-PT-PES) a 600 mil ofertas por votos. La plataforma Democracia Sin Pobreza va más allá de las encuestas. Su portal contiene un mapa donde los ciudadanos pueden denunciar, incluso con fotografía y georeferencia, los lugares donde se realicen las prácticas de corrupción que, normalmente, son cometidas entre los mismos ciudadanos. Sí, la corrupción es más escandalosa cuando se comete por servidores públicos, pero ¿Fuenteovejuna no merece sanción por la práctica que tanto condena?. Frases tales de “cómo nos arreglamos, al cabo no es mucho, qué tanto es tantito, y si me echa la mano oficial” deberían terminarse y solo así podríamos caminar a una verdadera transformación en este país. Así las cosas. (*) El autor es periodista que ha publicado en la prensa local, nacional y extranjera. Es analista político y editor en el portal Platino News, Noticias para la Nueva Generaciónwww.platino.newsTwitter: @MartinDiegoMXCorreo: martin@platino.news