/ domingo 1 de abril de 2018

Fin de la ingenuidad política

El transfuguismo de un partido a otro partido político pareciera que está hoy en boga, pero esta apreciación es incorrecta porque hay quienes han hecho de estos movimientos su “modus vivendi” desde otros tiempos.

La búsqueda del acomodo y cambio de partido sin el menor pudor ha sido una práctica constante en algunos pseudo-políticos que han aprovechado la ingenuidad y necesidad de uno que otro partido político.

Tomemos como botón de muestra al partido MC,  que desde su seno y probablemente cansados del cinismo de su dirigente, lo exhibieron en una conferencia de prensa en recientes días, cuando la luchadora social Norma Nolasco y su exlíder Eduardo Ramírez acusaron a Ariel Rodríguez de manejar el partido bajo intereses personales despejados del proyecto nacional del partido naranja, y fueron más allá, enfatizando que este hombre ha hecho un prostíbulo político del partido Movimiento Ciudadano.

Si analizáramos en  forma aislada esta circunstancia, en primer momento creeríamos que es una cuestión interna por las postulaciones de este partido, pero desde mi perspectiva no es así y acoto: en las elecciones de 2015, el señor Ariel fue candidato a presidente municipal por el partido naranja, contendiendo en contra del candidato del PAN, López Santillana, entre otros. Y al momento de su registro declaraba: “Hay que ser honestos, la planilla del PAN no representa a los panistas, representa los intereses empresariales”.

Solamente que a esta persona se le olvidó que los electores  tenían memoria porque tres años antes, es decir, en el 2012, pertenecía a otro partido político del cual a base de argucias y de falacias había logrado ser candidato a la Presidencia Municipal pero por el PRD y una vez que  se registró como candidato, sus propios correligionarios le reclamaron al haber sido  sorprendido unas horas después en pleno idilio político, en un restaurante, con su contrincante Miguel Salim, candidato del PAN, siendo publicado este evento por un periódico prestigioso de la ciudad de León, ¿cuál fue entonces su juego político? ¿Cuál fue la lectura que  dejó este juego perverso de infidelidades partidistas? Que desde su origen el PRD se equivocó al haber nombrado a este hombre como su candidato para que al final de cuentas se convirtiera en comparsa de otro partido en comento.

La cruda realidad es que al no haber obtenido sus prebendas políticas con ese partido y al haber sido descubierto brincó a otro y que por infortunio le tocó a Movimiento Ciudadano, que ahora, por los acontecimientos dados, es tarde para darse cuenta de la falta de principios ideológicos, por lo que veremos más denuncias públicas de este tipo seguramente por candidatos que solo buscan su interés personal y no  colectivo. Para cerrar este capítulo apunto que el MC en la zona Laja-Bajío desconoció las candidaturas que Ariel Rodríguez realizó, inclusive el del mismo, etiquetándolo de que fue a título personal y no por este partido.

Ahora bien, el PRD nombró como su candidato a la Presidencia Municipal de León a Guadalupe Torres Rea, quien tiene en su haber una diputación plurinominal en 2012, la cual logró con base en una impugnación en contra del PAN, quien se había llevado el carro completo cuando ganaron todos los candidatos a diputados locales para que finalmente en su gestión hiciera alianzas con los diputados del Partido Acción Nacional.

Siguiendo este hilo conductor, el PRD llega a la campaña sin pena ni gloria, puesto que, ya se había sumado al PAN y al MC para contender con el mismo candidato a la Presidencia Municipal y ahora solo se ve su participación de forma y no de fondo, con el objetivo de recibir las prerrogativas económicas consistentes en el financiamiento electoral que recibirá en los meses de mayo, junio y julio que se da de 3 millones 095.901, menos las multas que le han sido impuestas por el INE, por tanto, habrá que ser espectadores de cuál será la inversión que realice porque se antoja que es una causa perdida a priori y solo tiene por objetivo probablemente colocar a su primer regidor en la próxima administración u obtener puestos en la próxima administración de acuerdo con el apoyo que le den a otro partido político y no precisamente a quien la postula, veremos si me equivoco.

En cuanto a la nominación de Morena, el candidato a presidente municipal, Ernesto Oviedo, la visualizo como una bofetada con guante blanco a quienes han apoyado en dos postulaciones a López Obrador y con esta candidatura dejar claro el fenómeno de empanizar a Morena, pues quién les puede creer que pueden cambiar de playera, de azul a cualquier otra como si fuera el draft del futbol mexicano, cambiando a un jugador de un equipo a otro por una suma de dinero acordada por los directivos o, en otro caso, entregando a un jugador a cambio de otro, pero parece ser que es el financiamiento de la campaña lo que puede mover esta circunstancia. Es un hecho que no todos los candidatos de Morena son López Obrador y estos apuestan por el efecto dominó, pensando que los electores van a votar por ellos, dejo para otra columna estudiar más detenidamente esta arista política.

En suma,  Maquiavelo vuelve a aparecer en la vida política de México, quedaron lejos los políticos del siglo XIX que defendían no solo un color de un partido sino un ideario, una ideología, un programa de acción, una doctrina, una forma de pensar, de ver, sentir y querer las cosas. Tendremos que aprender a reconocer aquellos amantes del teatro que pueden representar cualquier papel que se les asigne, tenemos que diferenciar entre los verdaderos políticos de cepa y los políticos de veleta, que cambian según la fuerza de los vientos. Felicito a todos aquellos que tienen el valor de denunciar a los esquiroles y a los vividores.

galvantorres33@hotmail.com

El transfuguismo de un partido a otro partido político pareciera que está hoy en boga, pero esta apreciación es incorrecta porque hay quienes han hecho de estos movimientos su “modus vivendi” desde otros tiempos.

La búsqueda del acomodo y cambio de partido sin el menor pudor ha sido una práctica constante en algunos pseudo-políticos que han aprovechado la ingenuidad y necesidad de uno que otro partido político.

Tomemos como botón de muestra al partido MC,  que desde su seno y probablemente cansados del cinismo de su dirigente, lo exhibieron en una conferencia de prensa en recientes días, cuando la luchadora social Norma Nolasco y su exlíder Eduardo Ramírez acusaron a Ariel Rodríguez de manejar el partido bajo intereses personales despejados del proyecto nacional del partido naranja, y fueron más allá, enfatizando que este hombre ha hecho un prostíbulo político del partido Movimiento Ciudadano.

Si analizáramos en  forma aislada esta circunstancia, en primer momento creeríamos que es una cuestión interna por las postulaciones de este partido, pero desde mi perspectiva no es así y acoto: en las elecciones de 2015, el señor Ariel fue candidato a presidente municipal por el partido naranja, contendiendo en contra del candidato del PAN, López Santillana, entre otros. Y al momento de su registro declaraba: “Hay que ser honestos, la planilla del PAN no representa a los panistas, representa los intereses empresariales”.

Solamente que a esta persona se le olvidó que los electores  tenían memoria porque tres años antes, es decir, en el 2012, pertenecía a otro partido político del cual a base de argucias y de falacias había logrado ser candidato a la Presidencia Municipal pero por el PRD y una vez que  se registró como candidato, sus propios correligionarios le reclamaron al haber sido  sorprendido unas horas después en pleno idilio político, en un restaurante, con su contrincante Miguel Salim, candidato del PAN, siendo publicado este evento por un periódico prestigioso de la ciudad de León, ¿cuál fue entonces su juego político? ¿Cuál fue la lectura que  dejó este juego perverso de infidelidades partidistas? Que desde su origen el PRD se equivocó al haber nombrado a este hombre como su candidato para que al final de cuentas se convirtiera en comparsa de otro partido en comento.

La cruda realidad es que al no haber obtenido sus prebendas políticas con ese partido y al haber sido descubierto brincó a otro y que por infortunio le tocó a Movimiento Ciudadano, que ahora, por los acontecimientos dados, es tarde para darse cuenta de la falta de principios ideológicos, por lo que veremos más denuncias públicas de este tipo seguramente por candidatos que solo buscan su interés personal y no  colectivo. Para cerrar este capítulo apunto que el MC en la zona Laja-Bajío desconoció las candidaturas que Ariel Rodríguez realizó, inclusive el del mismo, etiquetándolo de que fue a título personal y no por este partido.

Ahora bien, el PRD nombró como su candidato a la Presidencia Municipal de León a Guadalupe Torres Rea, quien tiene en su haber una diputación plurinominal en 2012, la cual logró con base en una impugnación en contra del PAN, quien se había llevado el carro completo cuando ganaron todos los candidatos a diputados locales para que finalmente en su gestión hiciera alianzas con los diputados del Partido Acción Nacional.

Siguiendo este hilo conductor, el PRD llega a la campaña sin pena ni gloria, puesto que, ya se había sumado al PAN y al MC para contender con el mismo candidato a la Presidencia Municipal y ahora solo se ve su participación de forma y no de fondo, con el objetivo de recibir las prerrogativas económicas consistentes en el financiamiento electoral que recibirá en los meses de mayo, junio y julio que se da de 3 millones 095.901, menos las multas que le han sido impuestas por el INE, por tanto, habrá que ser espectadores de cuál será la inversión que realice porque se antoja que es una causa perdida a priori y solo tiene por objetivo probablemente colocar a su primer regidor en la próxima administración u obtener puestos en la próxima administración de acuerdo con el apoyo que le den a otro partido político y no precisamente a quien la postula, veremos si me equivoco.

En cuanto a la nominación de Morena, el candidato a presidente municipal, Ernesto Oviedo, la visualizo como una bofetada con guante blanco a quienes han apoyado en dos postulaciones a López Obrador y con esta candidatura dejar claro el fenómeno de empanizar a Morena, pues quién les puede creer que pueden cambiar de playera, de azul a cualquier otra como si fuera el draft del futbol mexicano, cambiando a un jugador de un equipo a otro por una suma de dinero acordada por los directivos o, en otro caso, entregando a un jugador a cambio de otro, pero parece ser que es el financiamiento de la campaña lo que puede mover esta circunstancia. Es un hecho que no todos los candidatos de Morena son López Obrador y estos apuestan por el efecto dominó, pensando que los electores van a votar por ellos, dejo para otra columna estudiar más detenidamente esta arista política.

En suma,  Maquiavelo vuelve a aparecer en la vida política de México, quedaron lejos los políticos del siglo XIX que defendían no solo un color de un partido sino un ideario, una ideología, un programa de acción, una doctrina, una forma de pensar, de ver, sentir y querer las cosas. Tendremos que aprender a reconocer aquellos amantes del teatro que pueden representar cualquier papel que se les asigne, tenemos que diferenciar entre los verdaderos políticos de cepa y los políticos de veleta, que cambian según la fuerza de los vientos. Felicito a todos aquellos que tienen el valor de denunciar a los esquiroles y a los vividores.

galvantorres33@hotmail.com