/ viernes 21 de junio de 2024

La convivencia social ¿es posible?

Crear condiciones para vivir con dignidad humana es aspiración y deber sustantivo del Estado, su cometido exige del aparato gubernativo niveles de formación superior que les habilite y capacite para el ejercicio de la función pública, la cual no puede ser derivada a la improvisación como tampoco a un círculo de amistades de quien ejerce el poder en menoscabo del interés y bienestar comunitario. La sociedad sin lugar a dudas evoluciona en todos los órdenes, lo cual es observable en su capacidad crítica, así como en la ampliación de su conciencia. Pensar que el pueblo es ingenuo y omiso en la exigencia por tener un gobierno al servicio de sus necesidades resulta ilusorio, por el contrario, hoy la sociedad se observa con un nivel de capacidad pensante tanto de sí mismo como de su entorno. Favorecer el cultivo del pensamiento crítico, así como la construcción de una conciencia social, son propósitos que caracterizan la Nueva Escuela Mexicana, postulados orientados al nacimiento de un hombre nuevo.


Resulta fundamental diseñar y establecer políticas públicas que posibiliten la convivencia social, la cual será viable derivado de la atención permanente, sostenida, de planes y programas de gobierno que perciban el bienestar colectivo como su misión toral, de lo contrario, esperar a que la convivencia comunitaria ocurra como un fenómeno súbito, fortuito o espontáneo, resultará una expectativa muy poco probable. La convivencia social, ha de estar centrada en el progreso y mejora de los índices de desarrollo humano: acceso a vivienda, trabajo, salud, educación, sustento económico, servicios, entre otros, los cuales se gestan, se construyen como aspiraciones e ideales de un gobierno ético humanista, cuya gestión se funda en principios inspirados en procurar la felicidad de la persona. Preciso algunos de estos principios:


· El gobernante sólo puede hacer lo que la ley le faculta, de manera tal que sea el respeto a la norma jurídica la que siente las bases para que la interacción fraterna sea posible en estricto apego al derecho.

· Anteponer el interés público en oposición al interés particular en el ejercicio de la ciudadanía y la representación del gobierno en todos sus niveles.

· Promover una Educación que cultive la reflexión, el pensamiento crítico, así como la conciencia social desde la más temprana edad.

· Ejercer un gobierno de manera estructural y sistémico en principios como el respeto y cuidado de la persona y comunidad a la que se sirve.


La paz social representa el mayor anhelo de la humanidad, aspiración irrenunciable o bien sujeta a una espera pasiva a su ocurrencia o manifestación, postular la adecuada integración de la persona a su contexto es el referente vertebral del Estado. La violencia, enajenación, conducta adictiva, son fenómenos que es necesario combatir. La tarea del gobierno no se limita a la administración de recursos y bienes, sus fines han de orientarse a edificar una sociedad humana, caracterizada por la empatía, la solidaridad, en suma, por gestar su tarea en la procuración de la salud y bienestar con las dimensiones conceptuales que ello implica.


En vísperas de la asunción al poder público de nuevas administraciones en los ámbitos nacional y/o local, surge en la sociedad una esperanza, una sensible expectativa por vivir en condiciones tales que dignifiquen nuestra condición humana y no que la deterioren.


Comparto mi correo para continuar orientando a los interesados en temas relacionados a la salud emocional zavalafranciscoramirez@gmail.com


Francisco Javier Zavala Ramírez

Crear condiciones para vivir con dignidad humana es aspiración y deber sustantivo del Estado, su cometido exige del aparato gubernativo niveles de formación superior que les habilite y capacite para el ejercicio de la función pública, la cual no puede ser derivada a la improvisación como tampoco a un círculo de amistades de quien ejerce el poder en menoscabo del interés y bienestar comunitario. La sociedad sin lugar a dudas evoluciona en todos los órdenes, lo cual es observable en su capacidad crítica, así como en la ampliación de su conciencia. Pensar que el pueblo es ingenuo y omiso en la exigencia por tener un gobierno al servicio de sus necesidades resulta ilusorio, por el contrario, hoy la sociedad se observa con un nivel de capacidad pensante tanto de sí mismo como de su entorno. Favorecer el cultivo del pensamiento crítico, así como la construcción de una conciencia social, son propósitos que caracterizan la Nueva Escuela Mexicana, postulados orientados al nacimiento de un hombre nuevo.


Resulta fundamental diseñar y establecer políticas públicas que posibiliten la convivencia social, la cual será viable derivado de la atención permanente, sostenida, de planes y programas de gobierno que perciban el bienestar colectivo como su misión toral, de lo contrario, esperar a que la convivencia comunitaria ocurra como un fenómeno súbito, fortuito o espontáneo, resultará una expectativa muy poco probable. La convivencia social, ha de estar centrada en el progreso y mejora de los índices de desarrollo humano: acceso a vivienda, trabajo, salud, educación, sustento económico, servicios, entre otros, los cuales se gestan, se construyen como aspiraciones e ideales de un gobierno ético humanista, cuya gestión se funda en principios inspirados en procurar la felicidad de la persona. Preciso algunos de estos principios:


· El gobernante sólo puede hacer lo que la ley le faculta, de manera tal que sea el respeto a la norma jurídica la que siente las bases para que la interacción fraterna sea posible en estricto apego al derecho.

· Anteponer el interés público en oposición al interés particular en el ejercicio de la ciudadanía y la representación del gobierno en todos sus niveles.

· Promover una Educación que cultive la reflexión, el pensamiento crítico, así como la conciencia social desde la más temprana edad.

· Ejercer un gobierno de manera estructural y sistémico en principios como el respeto y cuidado de la persona y comunidad a la que se sirve.


La paz social representa el mayor anhelo de la humanidad, aspiración irrenunciable o bien sujeta a una espera pasiva a su ocurrencia o manifestación, postular la adecuada integración de la persona a su contexto es el referente vertebral del Estado. La violencia, enajenación, conducta adictiva, son fenómenos que es necesario combatir. La tarea del gobierno no se limita a la administración de recursos y bienes, sus fines han de orientarse a edificar una sociedad humana, caracterizada por la empatía, la solidaridad, en suma, por gestar su tarea en la procuración de la salud y bienestar con las dimensiones conceptuales que ello implica.


En vísperas de la asunción al poder público de nuevas administraciones en los ámbitos nacional y/o local, surge en la sociedad una esperanza, una sensible expectativa por vivir en condiciones tales que dignifiquen nuestra condición humana y no que la deterioren.


Comparto mi correo para continuar orientando a los interesados en temas relacionados a la salud emocional zavalafranciscoramirez@gmail.com


Francisco Javier Zavala Ramírez