/ lunes 14 de junio de 2021

La organización de las personas para el consumo responsable y solidario

Las Cajas Populares nacieron en México en 1962 bajo el amparo de la iglesia católica en la persona del Padre Pedro Velázquez Hernández, quien fungió como Director del Secretariado Social Mexicano. Las Cajas Populares son organizaciones que dieron origen a las cooperativas de ahorro y préstamo en México, una experiencia que se trajo de Canadá donde fueron a estudiar los Padres Manuel Velázquez y Carlos Talavera, ya fallecidos.

El Secretariado Social Mexicano era parte de una corriente de pensamiento de la iglesia católica liberadora que hacía una diferencia entre la doctrina y la enseñanza enfocándose a situaciones concretas de la vida de las personas en su relación con la sociedad y su acontecer político, económico y cultural.

Para iniciar un proyecto social es importante escuchar a las personas sobre sus necesidades, identificar el qué es lo que falta para su buen vivir, que atienda su necesidad de alimentación, salud, educación, vivienda y recreación.

Se recomienda organizar reuniones donde se defina una agenda clara, que identifique la necesidad y el interés de las personas, para lograr esto propongo las siguientes etapas:

  • Identificarse, saber su nombre, domicilio, estado civil, cuántos hijos tienen, si viven con sus padre y madre. Lo que ayudará a identificar ese vínculo común natural que permitirá la integración en el grupo.
  • Conocer sus conocimientos y habilidades, que permita ubicar la actividad económica en que son buenas las personas para generar los recursos en beneficio de la comunidad.
  • Implementar un método para la educación popular o educación para adultos bajo el concepto de “acción indirecta” que es de gran utilidad para lograr un cambio o transformación de las personas mediante la combinación de sentimientos que ayuden a provocar reacciones y de esta manera lograr resultados positivos.
  • Tener claro que en el fondo de los problemas esta el factor económico, la creación y distribución de la riqueza, por lo tanto, esta debe estar en las manos de las personas para una verdadera democracia.
  • Hacer un proceso de concientización en las personas para definir qué se quiere lograr, evitar desviaciones y ambiciones desmedidas.

Para esta etapa se propone implementar un programa de estudio para movilizar al grupo a pensar, estudiar, obtener nuevas luces mediante un grupo de discusión, un circulo de estudio o como decidan llamarle en el que se reconozca que mediante la ayuda mutua se podrá vivir mejor.

Pero ¿Quién será el que de el primero paso?, aquí algunas ideas

Primero, las organizaciones del Sector Social, tales como las cooperativas, ejidos, sindicatos, asociaciones civiles, agrupaciones religiosas, etc., hacer una convocatoria a reuniones informativas.

Segundo, desarrollar cursos para la formación de líderes

Tercero, implementar un programa de acompañamiento por parte de Alianza Cooperativista Nacional (ALCONA) para el asesoramiento y apoyo en los procesos legales, administrativos y operativos de las cooperativas.

Cuarto, Después de un periodo de prueba, constituir una cooperativa que puede ser de producción, de consumo o de ahorro y préstamo para que exista una figura legal y que ofrezca certidumbre en la propiedad de los bienes con funciones claras de cada integrante y que, en caso de abusos o malos manejos, sea sancionados.

¡El verdadero progreso es el que brota de la inteligencia!

Coady, Dueño de su propio destino

*Consejo Superior del Cooperativismo: e-correo: cosucoop_presi@infinitummail.com

Las Cajas Populares nacieron en México en 1962 bajo el amparo de la iglesia católica en la persona del Padre Pedro Velázquez Hernández, quien fungió como Director del Secretariado Social Mexicano. Las Cajas Populares son organizaciones que dieron origen a las cooperativas de ahorro y préstamo en México, una experiencia que se trajo de Canadá donde fueron a estudiar los Padres Manuel Velázquez y Carlos Talavera, ya fallecidos.

El Secretariado Social Mexicano era parte de una corriente de pensamiento de la iglesia católica liberadora que hacía una diferencia entre la doctrina y la enseñanza enfocándose a situaciones concretas de la vida de las personas en su relación con la sociedad y su acontecer político, económico y cultural.

Para iniciar un proyecto social es importante escuchar a las personas sobre sus necesidades, identificar el qué es lo que falta para su buen vivir, que atienda su necesidad de alimentación, salud, educación, vivienda y recreación.

Se recomienda organizar reuniones donde se defina una agenda clara, que identifique la necesidad y el interés de las personas, para lograr esto propongo las siguientes etapas:

  • Identificarse, saber su nombre, domicilio, estado civil, cuántos hijos tienen, si viven con sus padre y madre. Lo que ayudará a identificar ese vínculo común natural que permitirá la integración en el grupo.
  • Conocer sus conocimientos y habilidades, que permita ubicar la actividad económica en que son buenas las personas para generar los recursos en beneficio de la comunidad.
  • Implementar un método para la educación popular o educación para adultos bajo el concepto de “acción indirecta” que es de gran utilidad para lograr un cambio o transformación de las personas mediante la combinación de sentimientos que ayuden a provocar reacciones y de esta manera lograr resultados positivos.
  • Tener claro que en el fondo de los problemas esta el factor económico, la creación y distribución de la riqueza, por lo tanto, esta debe estar en las manos de las personas para una verdadera democracia.
  • Hacer un proceso de concientización en las personas para definir qué se quiere lograr, evitar desviaciones y ambiciones desmedidas.

Para esta etapa se propone implementar un programa de estudio para movilizar al grupo a pensar, estudiar, obtener nuevas luces mediante un grupo de discusión, un circulo de estudio o como decidan llamarle en el que se reconozca que mediante la ayuda mutua se podrá vivir mejor.

Pero ¿Quién será el que de el primero paso?, aquí algunas ideas

Primero, las organizaciones del Sector Social, tales como las cooperativas, ejidos, sindicatos, asociaciones civiles, agrupaciones religiosas, etc., hacer una convocatoria a reuniones informativas.

Segundo, desarrollar cursos para la formación de líderes

Tercero, implementar un programa de acompañamiento por parte de Alianza Cooperativista Nacional (ALCONA) para el asesoramiento y apoyo en los procesos legales, administrativos y operativos de las cooperativas.

Cuarto, Después de un periodo de prueba, constituir una cooperativa que puede ser de producción, de consumo o de ahorro y préstamo para que exista una figura legal y que ofrezca certidumbre en la propiedad de los bienes con funciones claras de cada integrante y que, en caso de abusos o malos manejos, sea sancionados.

¡El verdadero progreso es el que brota de la inteligencia!

Coady, Dueño de su propio destino

*Consejo Superior del Cooperativismo: e-correo: cosucoop_presi@infinitummail.com