/ viernes 6 de mayo de 2022

REFLEJOS DE SOL

CULPA Y RESPONSABILIDAD

En su célebre libro Estabilidad emocional en 20 lecciones (Paidós), el poeta chiapaneco y psicoanalista Efraín Bartolomé dice que mucho puede uno avanzar en madurez si desecha de su vocabulario la palabra “culpa” y empieza a sustituirla por “responsabilidad”. Algo así constituyó el mensaje político central de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo en su cuarto informe de gobierno. Fue una frase rápida. Pero lapidaria: “No se trata de repartir culpas sino de asumir responsabilidades”.

Y es que en esto de las tragedias humanas, uno se la puede pasar culpando eternamente al de enfrente. Pero lo importante es quién va a hacer qué para resolver los problemas, para mejorar las cosas y para aprender las lecciones.

ÁNGEL YAEL

En el caso del asesinato del estudiante Ángel Yael a manos de un elemento de la Guardia Nacional, quien haya disparado el arma que le quitó la vida tiene que asumir su responsabilidad. Pero para que ello ocurra, el juez que revisa el caso tiene que hacer lo propio y los mandos policiales también, para que no vuelva a ocurrir nunca un caso de esta naturaleza.

Otra responsabilidad que se tiene que atender, por parte de los tres órdenes de gobierno, es fortalecer a las policías municipales. Los responsables de la Guardia Nacional y de su expansión por todo el país deben recordar que las poblaciones locales no necesariamente ven con buenos ojos la invasión, ejem, la militarización, ejem, el crecimiento de fuerzas federales en detrimento de las municipales.

MALTRATO POLICIAL

La lamentable experiencia del abuso de poder de policías irapuatenses también exige que se asuman responsabilidades. Todas y cada una de las mujeres policías que golpearon a las manifestantes una vez que ya estaban sometidas o detenidas, deben pagar una drástica consecuencia, como lo ha dicho la alcaldesa Lorena Alfaro.

La Guardia Nacional rápidamente dijo que nadie le había ordenado a su soldado disparar contra Ángel Yael. En este caso, será importante saber quién ordenó a las policías a actuar fuera de protocolo y por qué había policías que no tenían que haber estado ahí (como la que vestía de negro y en un video de TikTok golpea a cada detenida que iba pasando).

Los guanajuatenses deberíamos saber si hay grupos de choque que están buscando provocar y desestabilizar, como el puñado de estudiantes que buscaron transformar la marcha pacífica por la protesta de Ángel Yael en la Universidad de Guanajuato en un acto violento, cosa que impidieron todos los demás estudiantes.

LOS PATOS Y LAS ESCOPETAS

Y siguiendo con el tenebroso caso de Profeco, resulta que Ricardo Sheffield, al enterarse que le corrieron a tres colaboradores y le impusieron a unos nuevos, montó en cólera y tuiteó: “¿Cuál proceso? ¿Por cuál causa? y luego nos informó: “Hoy estuve con el Señor Presidente, y ni hoy, ni ningún otro día me ha preguntado o informado de alguna irregularidad…”

¿Se imagina la escena? El Presidente de México diciéndole a su subalterno de segundo nivel (que, por cierto tiene una jefa, aunque le pese, se llama Tatiana Clouthier y es Secretaria de Economía): “¿Ricardo, me permites informarte o preguntarte algo, será que no te interrumpo?”

Y ya para acabar su pintoresca cita, el procurador tuiteó (luego lo borró): “Espero que no sea consecuencia de mi amistad con Francisco Cervantes” (a lo cual el líder del CCE debe haber levantado una ceja) y finalizó: “huele a yunque y comunismo”. Esperemos que en sus memorias el exalcalde de León un día nos explique qué quiso decir.

Porque si esta decisión la tomaron el Presidente de la República López Obrador y el secretario de Gobernación Adán Augusto López ¿Quién es el yunque y quién el comunismo? Pero lo más importante. Después del presunto megafraude de Ignacio Ovalle Fernández en Segalmex por 10 mil millones de pesos, si en Profeco fallaron los que verifican las gasolinas, eso significa que debemos dudar de la información que nos ha dado a todos cada lunes durante tres años y medio? ¿Quién es quién en las mentiras?

CULPA Y RESPONSABILIDAD

En su célebre libro Estabilidad emocional en 20 lecciones (Paidós), el poeta chiapaneco y psicoanalista Efraín Bartolomé dice que mucho puede uno avanzar en madurez si desecha de su vocabulario la palabra “culpa” y empieza a sustituirla por “responsabilidad”. Algo así constituyó el mensaje político central de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo en su cuarto informe de gobierno. Fue una frase rápida. Pero lapidaria: “No se trata de repartir culpas sino de asumir responsabilidades”.

Y es que en esto de las tragedias humanas, uno se la puede pasar culpando eternamente al de enfrente. Pero lo importante es quién va a hacer qué para resolver los problemas, para mejorar las cosas y para aprender las lecciones.

ÁNGEL YAEL

En el caso del asesinato del estudiante Ángel Yael a manos de un elemento de la Guardia Nacional, quien haya disparado el arma que le quitó la vida tiene que asumir su responsabilidad. Pero para que ello ocurra, el juez que revisa el caso tiene que hacer lo propio y los mandos policiales también, para que no vuelva a ocurrir nunca un caso de esta naturaleza.

Otra responsabilidad que se tiene que atender, por parte de los tres órdenes de gobierno, es fortalecer a las policías municipales. Los responsables de la Guardia Nacional y de su expansión por todo el país deben recordar que las poblaciones locales no necesariamente ven con buenos ojos la invasión, ejem, la militarización, ejem, el crecimiento de fuerzas federales en detrimento de las municipales.

MALTRATO POLICIAL

La lamentable experiencia del abuso de poder de policías irapuatenses también exige que se asuman responsabilidades. Todas y cada una de las mujeres policías que golpearon a las manifestantes una vez que ya estaban sometidas o detenidas, deben pagar una drástica consecuencia, como lo ha dicho la alcaldesa Lorena Alfaro.

La Guardia Nacional rápidamente dijo que nadie le había ordenado a su soldado disparar contra Ángel Yael. En este caso, será importante saber quién ordenó a las policías a actuar fuera de protocolo y por qué había policías que no tenían que haber estado ahí (como la que vestía de negro y en un video de TikTok golpea a cada detenida que iba pasando).

Los guanajuatenses deberíamos saber si hay grupos de choque que están buscando provocar y desestabilizar, como el puñado de estudiantes que buscaron transformar la marcha pacífica por la protesta de Ángel Yael en la Universidad de Guanajuato en un acto violento, cosa que impidieron todos los demás estudiantes.

LOS PATOS Y LAS ESCOPETAS

Y siguiendo con el tenebroso caso de Profeco, resulta que Ricardo Sheffield, al enterarse que le corrieron a tres colaboradores y le impusieron a unos nuevos, montó en cólera y tuiteó: “¿Cuál proceso? ¿Por cuál causa? y luego nos informó: “Hoy estuve con el Señor Presidente, y ni hoy, ni ningún otro día me ha preguntado o informado de alguna irregularidad…”

¿Se imagina la escena? El Presidente de México diciéndole a su subalterno de segundo nivel (que, por cierto tiene una jefa, aunque le pese, se llama Tatiana Clouthier y es Secretaria de Economía): “¿Ricardo, me permites informarte o preguntarte algo, será que no te interrumpo?”

Y ya para acabar su pintoresca cita, el procurador tuiteó (luego lo borró): “Espero que no sea consecuencia de mi amistad con Francisco Cervantes” (a lo cual el líder del CCE debe haber levantado una ceja) y finalizó: “huele a yunque y comunismo”. Esperemos que en sus memorias el exalcalde de León un día nos explique qué quiso decir.

Porque si esta decisión la tomaron el Presidente de la República López Obrador y el secretario de Gobernación Adán Augusto López ¿Quién es el yunque y quién el comunismo? Pero lo más importante. Después del presunto megafraude de Ignacio Ovalle Fernández en Segalmex por 10 mil millones de pesos, si en Profeco fallaron los que verifican las gasolinas, eso significa que debemos dudar de la información que nos ha dado a todos cada lunes durante tres años y medio? ¿Quién es quién en las mentiras?