/ domingo 17 de julio de 2022

Saludos desde el balcón y promesas en el aire: reunión de AMLO y Biden

Hace un mes los focos rojos se encendieron ante la ausencia del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a la Cumbre de las Américas que, con tantas expectativas, organizó Joe Biden en Los Ángeles. Parecía que los lazos de cooperación entre ambos mandatarios se tensaban y que acuerdos tan importantes para nuestro continente como los concernientes a la migración, quedaban para una mejor ocasión. Pues esta fecha, para sorpresa de muchos analistas políticos que pronosticaban una crisis diplomática, se llegó este 12 de julio, aunque no como los migrantes quisieran. Lastimosamente, los saludos de AMLO a los mexicanos que se acercaron para alentarlo previo al encuentro con su homólogo fueron desde un balcón y no estrechando su mano. ¿Así o más ausente a la reunión?

Históricamente los 3 mil kilómetros de frontera que México y Estados Unidos comparten han estado abiertos y cerrados a la vez. Tan es así que la movilización de personas que intentan entrar de manera indocumentada a la Unión Americana (y no sólo de mexicanos como ya lo he comentado en artículos anteriores) es un tema que siempre ha sido polémico en la agenda entre ambos países. Por eso, el hecho de que AMLO y Biden se hayan reunido después de lo que muchos calificaron como una cumbre fallida, parecía un mensaje positivo y más aún cuando venimos de una administración en Estados Unidos cargada de un sentimiento antinmigrante. (De hecho, los fantasmas de Donald Trump siguen deambulando en las políticas públicas de ese país.) No obstante, el encuentro fue más bien un desencuentro, sobre todo por las posturas del presidente de México y conste que no hablo del balcón ni de su corbata.

En este sentido, más allá de la expectación de verlos por primera vez juntos, ¿cuál fue el principal acuerdo en el tema migratorio entre AMLO y Biden? El gobierno mexicano invertirá 1.5 mil millones de dólares (31 mil millones de pesos aproximadamente) en mejorar la infraestructura de la frontera. Algunos analistas políticos ven la “manita” que dará AMLO a la causa migratoria como un logro rotundo de Biden. No olvidemos que Trump, en su efervescencia “creativa”, se le ocurrió que el gobierno mexicano debía pagar por el muro fronterizo que ya construía en su maquiavélica mente. No obstante, y a pesar de su lengua tan incisiva, Trump fracasó en sus constantes intentos y no pudo sacarle un sólo peso al gobierno mexicano en su afán por hacer de Estados Unidos un bunker infranqueable para los migrantes indocumentados.

Ahora bien, se ha sabido que el dinero que aportará el gobierno mexicano será parte de un fondo conjunto con Estados Unidos para “hacer más seguro y eficiente el flujo comercial y de personas”, según se lee en el anuncio oficial de la Casa Blanca. Ante esto, muchos líderes migrantes se preguntan: ¿De qué me sirve esta reunión y dicho acuerdo? ¿Qué acciones urgentes se aplicarán para mejorar mi situación? Al respecto, los especialistas en la materia aseguran que las propuestas de AMLO fueron básicamente empujar una regulación de migrantes similar a la que se realizó en 1943, durante la Segunda Guerra Mundial, en la que ante la falta de fuerza laboral en Estados Unidos se implementó el “Programa Brasero” (a través del cual se estima se contrató a más de 130 mil mexicanos de manera legal). Habrá que esperar para saber cómo cae esta sugerencia (y otras más que hizo el presidente López Obrador) en los ánimos políticos y empresariales de nuestros vecinos del norte.

Mientras estos “buenos deseos bilaterales” se materializan, el tema de la migración debe seguir atendiéndose desde lo local, en los estados, como lo dicta el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular. En Guanajuato, por ejemplo, compartimos nuestras buenas prácticas reconocidas a nivel internacional a los miembros de la Coordinación Nacional de Oficinas Estatales de Atención a Migrantes. Llevamos a cabo análisis que derivan en políticas públicas de impacto inmediato, como los protocolos con los que atendemos a migrantes en tránsito de otros países y a jornaleros agrícolas que vienen de otras entidades. Además, y a pesar de la política de austeridad federal, mantenemos el programa 2x1 (la federación limitó el denominado 3x1) para seguir apoyando a los migrantes guanajuatenses y a sus familias con obras de infraestructura básica.

Sabemos de la importancia que tiene la relación entre México y Estados Unidos porque no sólo compartimos frontera, también somos ya parte de una cultura binacional en la que millones de mexicanos y estadounidenses convivimos, intercambiamos tradiciones y deseamos prosperar juntos. La tan esperada reunión entre AMLO y Biden llegó de manera súbita y esperemos que sus acuerdos no se vayan de la misma manera, y ojalá que los próximos saludos y promesas no sean desde un balcón y mejor se realicen en una frontera más amigable para todos.


Hace un mes los focos rojos se encendieron ante la ausencia del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a la Cumbre de las Américas que, con tantas expectativas, organizó Joe Biden en Los Ángeles. Parecía que los lazos de cooperación entre ambos mandatarios se tensaban y que acuerdos tan importantes para nuestro continente como los concernientes a la migración, quedaban para una mejor ocasión. Pues esta fecha, para sorpresa de muchos analistas políticos que pronosticaban una crisis diplomática, se llegó este 12 de julio, aunque no como los migrantes quisieran. Lastimosamente, los saludos de AMLO a los mexicanos que se acercaron para alentarlo previo al encuentro con su homólogo fueron desde un balcón y no estrechando su mano. ¿Así o más ausente a la reunión?

Históricamente los 3 mil kilómetros de frontera que México y Estados Unidos comparten han estado abiertos y cerrados a la vez. Tan es así que la movilización de personas que intentan entrar de manera indocumentada a la Unión Americana (y no sólo de mexicanos como ya lo he comentado en artículos anteriores) es un tema que siempre ha sido polémico en la agenda entre ambos países. Por eso, el hecho de que AMLO y Biden se hayan reunido después de lo que muchos calificaron como una cumbre fallida, parecía un mensaje positivo y más aún cuando venimos de una administración en Estados Unidos cargada de un sentimiento antinmigrante. (De hecho, los fantasmas de Donald Trump siguen deambulando en las políticas públicas de ese país.) No obstante, el encuentro fue más bien un desencuentro, sobre todo por las posturas del presidente de México y conste que no hablo del balcón ni de su corbata.

En este sentido, más allá de la expectación de verlos por primera vez juntos, ¿cuál fue el principal acuerdo en el tema migratorio entre AMLO y Biden? El gobierno mexicano invertirá 1.5 mil millones de dólares (31 mil millones de pesos aproximadamente) en mejorar la infraestructura de la frontera. Algunos analistas políticos ven la “manita” que dará AMLO a la causa migratoria como un logro rotundo de Biden. No olvidemos que Trump, en su efervescencia “creativa”, se le ocurrió que el gobierno mexicano debía pagar por el muro fronterizo que ya construía en su maquiavélica mente. No obstante, y a pesar de su lengua tan incisiva, Trump fracasó en sus constantes intentos y no pudo sacarle un sólo peso al gobierno mexicano en su afán por hacer de Estados Unidos un bunker infranqueable para los migrantes indocumentados.

Ahora bien, se ha sabido que el dinero que aportará el gobierno mexicano será parte de un fondo conjunto con Estados Unidos para “hacer más seguro y eficiente el flujo comercial y de personas”, según se lee en el anuncio oficial de la Casa Blanca. Ante esto, muchos líderes migrantes se preguntan: ¿De qué me sirve esta reunión y dicho acuerdo? ¿Qué acciones urgentes se aplicarán para mejorar mi situación? Al respecto, los especialistas en la materia aseguran que las propuestas de AMLO fueron básicamente empujar una regulación de migrantes similar a la que se realizó en 1943, durante la Segunda Guerra Mundial, en la que ante la falta de fuerza laboral en Estados Unidos se implementó el “Programa Brasero” (a través del cual se estima se contrató a más de 130 mil mexicanos de manera legal). Habrá que esperar para saber cómo cae esta sugerencia (y otras más que hizo el presidente López Obrador) en los ánimos políticos y empresariales de nuestros vecinos del norte.

Mientras estos “buenos deseos bilaterales” se materializan, el tema de la migración debe seguir atendiéndose desde lo local, en los estados, como lo dicta el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular. En Guanajuato, por ejemplo, compartimos nuestras buenas prácticas reconocidas a nivel internacional a los miembros de la Coordinación Nacional de Oficinas Estatales de Atención a Migrantes. Llevamos a cabo análisis que derivan en políticas públicas de impacto inmediato, como los protocolos con los que atendemos a migrantes en tránsito de otros países y a jornaleros agrícolas que vienen de otras entidades. Además, y a pesar de la política de austeridad federal, mantenemos el programa 2x1 (la federación limitó el denominado 3x1) para seguir apoyando a los migrantes guanajuatenses y a sus familias con obras de infraestructura básica.

Sabemos de la importancia que tiene la relación entre México y Estados Unidos porque no sólo compartimos frontera, también somos ya parte de una cultura binacional en la que millones de mexicanos y estadounidenses convivimos, intercambiamos tradiciones y deseamos prosperar juntos. La tan esperada reunión entre AMLO y Biden llegó de manera súbita y esperemos que sus acuerdos no se vayan de la misma manera, y ojalá que los próximos saludos y promesas no sean desde un balcón y mejor se realicen en una frontera más amigable para todos.