Por primera vez, en más de 50 años de servicio, la Sala de Arte Público Siqueiros (SAPS) fue sometida a un proceso de renovación estructural para garantizar la conservación del archivo plástico, documental y los murales que ocupan el interior del museo. Con una inversión total de 24 millones de pesos para la intervención, el recinto reabre sus puertas al público este sábado con la exposición de su acervo permanente.
En un recorrido previo a la apertura, Willy Kautz, director del recinto ubicado en Polanco, detalló que el sistema eléctrico, hidráulico y de prevención de incendios fueron los tres principales focos de atención, pues éstos databan de 1958 cuando se construyó el inmueble como casa-habitación para Siqueiros, y se mantuvieron intactos en 1969 durante la conversión del espacio a museo del INBAL.
“Nunca se había hecho un trabajo así, la instalación era de la propia casa que se hizo en 1958. Esta renovación integral tuvo como enfoque principal las áreas de conservación patrimonial, las bóvedas climatizadas para el acervo del documental así como la renovación del mobiliario de conservación e instalación de temperatura y humedad de los acervos plástico y documental”, detalló Kautz al precisar que la obra arquitectónica tardó 15 meses.
Además se renovó la bodega para el acervo plástico de 356 piezas, de las cuales 70 por ciento son autoría de Siqueiros. Con un nuevo sistema de clima, humedad y rieles para guardar óleos, el espacio creció 30 por ciento para albergar obra de caballete y 200 por ciento para proteger obra en papel como dibujos o gráfica.
En esta misma línea, se creó un espacio para la conservación y consulta del archivo documental que se integra por 80 mil documentos entre cartas, fotografías, recortes periodísticos, ensayos, y otros. A este espacio se suma un área para consulta por parte de investigadores que antes no existía.
El director comentó también que se mejoró el espacio para la biblioteca de Siqueiros, conformada por 247 libros de arte, historia economía y política también disponibles para consulta.
Otro de los ejes de la intervención fue la recuperación del mural Trazos de composición espacial del mural La marcha de la Humanidad, que desde hace seis años permanecía guardado en el Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble del INBAL (Cencropam). Para ello se hizo un trabajo de estabilización del muro, pues presentaba graves problemas de filtración de humedad.
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“Se atendió el problema de humedad que teníamos en el muro que es colindancia con el vecino, se hizo otra barda como una capa de protección y una pared especial para poder recolocar el mural y garantizar que no haya más problemas de humedad. Estas salas del mural pasaron por un proceso riguroso de restauración en la zonas dañadas y todos los demás murales recibieron intervención preventiva y una limpieza integral”, detalló Kautz de las obras Mural para una escuela del Estado de México, Tableros para el mural no realizado Homenaje a Vietnam y Trazos de composición espacial.
El próximo lunes inicia el traslado del acervo documental y artístico a las nuevas bodegas, mientras que se reabre el área de murales para la visita del público, y en agosto comienza el programa de exposiciones temporales con La travesía, una intervención de Verónica Gerber que reinterpreta Brasa viva, una pieza teatral que Siqueiros escribió mientras estuvo en Lecumberri.