Un gol de Cícero, quien entró de cambio unos minutos antes, en el tramo final del partido, dio al Gremio la victoria de 1-0 en la final de ida de la Copa Libertadores, ante un Lanús sólido en defensiva, pero que para la vuelta está obligado a ganar en casa, el próximo miércoles.

Gremio, que disputa su quinta final de la Copa Libertadores y atesora dos títulos, acusó la presión y tuvo dificultades ante un rival que ofreció pocos espacios.

Sin inquietar la portería en el primer tiempo, el Gremio de Porto Alegretuvo en el portero Marcelo Grohe a su figura, con dos atajadas que evitaron los goles de Román Martínez y Diego Brigheri.

Lanús resistió con solvencia la presión en un estadio Arena do Gremio lleno.

Y con Luan, la figura local, muy bien marcado, metió al rival en muchos problemas con una doble línea defensiva. Apenas concedió una oportunidad en el primer tiempo.

En el segundo tiempo, el Gremio aumentó la presión ante un rival que fue reculando y no inquietó. Bruno Cortez, con un bombazo desde fuera del área, al minuto 56, mandó el primer y mejor aviso de los locales, que a pesar de ponerle más intensidad, siguieron estrellándose ante la defensa visitante.

El técnico del Gremio, Renato Gaúcho, movió el banco de suplentes y le dio ingreso a Éverton, Cícero y Jael, y acertó.

Al minuto 83, Edílson mandó un centro, Jael lo peinó con la cabeza y el balón le cayó a Cícero, quien entrando solo, estiró el pie para superar a Esteban Andrada.

Los minutos finales estuvieron cargados de tensión, con los locales pidiendo airadamente un presunto penalti sobre Jael, que el árbitro chileno Julio Bascuñan no concedió.

Gremio no podrá contar para el partido de vuelta con el defensor Walter Kannemann.

Lanús, que busca su primer título de la Copa Libertadores, perdió, por acumulación de tarjetas amarillas, a Diego Braghieri.