El maestro Javier de Jesús Hernández “Capelo”, plasmó la emoción espiritual del torero y su conocimiento como arma para enfrentar al toro, en 10 obras artísticas aguadas, que surgieron en la corrida Goyesca-Cervatina.
El pintor, explicó que la representación pictórica de la relación del hombre con el toro es el ritual más antiguo de la humanidad, donde intervienen los actores del arte universal, que son el hombre, el toro y el caballo.
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“Esto nace en el mediterráneo, desde la antigüedad con los mesopotámicos y viene caminando al arte minoico y llega a sofisticarse hasta la península ibérica, donde va a seguir el ritual y va a haber un encuentro entre uno de los artistas más grandes del mundo, Pablo Picasso, el tiene un encuentro en el momento que ingresa a la cueva de Altamira y dice que ya no hay nada que hacer en el arte, que todo está hecho”, dijo.
Y fue ese mismo ritual, en el que el maestro “Capelo” trabajó el fin de semana en la Plaza de Toros, fue la parte gestual pictórica, entabló un dialogo con eso e hizo una abstracción sintética e inmediata, utilizando tinta china, aguadas, coma arabica y un pincel sobre papel archés.
“Fue una obra de segundos, estuve pescando el momento para poderlo hacer, todo en una comunión con la bellísima música, fue un asunto lleno de misterio, magia, donde vagó por ahí la muerte”.
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