Crece la incertidumbre en comerciantes de la Ignacio Altamirano, que rentan un espacio para ofrecer sus productos a su clientela ante la proximidad en la conclusión de los trabajos de rehabilitación que registran un avance de más de un 75 por ciento.
Hace algunos meses los comerciantes de la zona del Barrio de San Juan de Dios manifestaron su preocupación ante la lentitud en el avance de la obra emprendida por el gobierno del Estado y del Municipio para embellecer los barrios tradicionales de la ciudad.
Pero a la inconformidad se sumó la de algunos locatarios que dejaron en claro la advertencia de los propietarios de espacios comerciales de incrementar la renta al contar con una imagen que prometía atraer mayores visitantes y que redundaría en incremento en ventas sin importar afectar a quienes por años han permanecido fieles a la actividad comercial del lugar, aseguraron.
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Rentas de más de 10 mil pesos
Martín Martínez uno de los renteros aseguró que el beneficio podría ser solo para los propietarios de fincas en la Ignacio Altamirano y no para estimular la belleza y actividad comercial que ha prevalecido desde décadas, indicó.
Comentó que las rentas giran en los 4 a 7 mil pesos, pero debido a la nueva imagen de la tradicional calle estas podrían alcanzar hasta los 10 mil pesos mensuales y que vendría a terminar con algunos de los espacios comerciales ya tradicionales.
Buscan reformar vida comercial
Otro de las versiones que se ha manejado entre los vecinos y comerciantes del lugar que prefirieron omitir sus generales, aseguraron que estas acciones de la renovación de la calle, va encaminado a reformar la vida comercial con la probable llegada de bares y antros que vendrían a dar al traste en el plan original propuestos por el Municipio y del Estado.
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Buscan desaparecer aquellos espacios comerciales que han dado identidad al Barrio de San Juan de Dios como son sus nieves, guacamayas y tostadas, taquitos sudados, mariscos entre otros que han sido la delicia a varias generaciones de leoneses, aseguraron.
Con un buen avance en la obra, el cambio en la estética de la calle Ignacio Altamirano ha sido aplaudido por unos y cuestionado por otros que ven cercas el término de un ciclo de actividades como lo es en los comerciantes semifijos que esperan conocer las condiciones de trabajo que serán impuestas por las autoridades, concluyeron los inconformes.