Despedida durante la pandemia

Abelina Melendez está en busca de una oportunidad laboral

Karla Aguilera | El Sol de Irapuato

  · miércoles 3 de junio de 2020

Foto: Victor Cruz | El Sol de Irapuato

Abelina Melendez nunca imaginó que quedaría desempleada en plena contingencia sanitaria, pues la empresa en la que trabajaba recortó parte de su personal, en el cual ella formó parte; sin embargo, durante más de dos meses hizo un pequeño negocio afuera de su casa y ahora que la industria automotriz fue reactivada, emprendió la búsqueda de trabajo.

Fue muy complicado, yo desempleada y nadie de mi familia pudo seguir trabajando, pues teníamos que solventar los gastos y, como no pudimos salir a la calle, decidimos poner un negocio de frituras y 'hielitos' afuera de mi casa.

Abelina Meléndez

Durante todo un año, Abelina Meléndez trabajó en una empresa automotriz ubicada en el parque industrial Castro del Río, donde aprendió a manejar la maquinaria y tuvo experiencia como operadora, contaba con prestaciones laborales, salario y hasta transporte que la dejaba cerca de su domicilio, lo que procuraba su bienestar económico para ella y su familia.

Sin embargo, semanas antes de que se hiciera oficial la contingencia sanitaria en el país, la empresa automotriz comenzó a tener complicaciones debido a las exportaciones con los otros países, ya que estos estaban cerrando sus fronteras; por lo que la planta tomó la decisión de hacer recorte de personal, esto al ser una de las soluciones para mitigar los problemas económicos por los cuales estaban pasando, medida que de la que desafortunadamente Abelina formó parte.

Abelina quedó desempleada y se declaró la contingencia sanitaria en el estado, los centros de trabajo y negocios fueron obligados a suspender sus actividades, por lo que la búsqueda del trabajo le fue imposible, ya que nadie estaba contratando, al contrario, batallaban para mantener a sus trabajadores.

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Ante la desesperación de estar desempleada y que su papá al dedicarse al oficio de albañil también tuvo que dejar de trabajar, Abelina se las ideó junto con su mamá para tener dinero y sobrellevar la contingencia, pues no contaba con el ahorro suficiente para pagar la renta, los servicios y el alimento.

Entonces Abelina colocó afuera de su domicilio un pequeño puesto de frituras y “hielitos”, en el que sus vecinos y los niños de su colonia pudieron comprarle y, así, tener ella las posibilidades de mantener su hogar.

Durante dos meses el puesto de frituras fue la única fuente de ingresos de Abelina y su familia, se las vieron muy complicadas, contó, pero a la vez, ella no dejó de seguir buscando empleo en alguna de las empresas que siguieron operando.

La “nueva normalidad” fue anunciada y las empresas apenas retomaron sus actividades esta semana, entonces Abelina no dudó en emprender su búsqueda laboral y comenzó a preguntar por teléfono a aquellas que estuvieran contratando, las respuestas fueron positivas y actualmente Abelina ha estado acudiendo a entrevistas laborales con la esperanza de ser contratada, incluso en aquella que hace casi tres meses la despidió.

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