Los “gritones” es la parada obligada para las personas que acuden a la Feria, sin embargo, a decir de sus comerciantes este año las ventas son bajas.
Ahora se encuentran justo frente a la Velaria, sus pasillos son más amplios y hasta antes de las 5:00 de la tarde lucen vacíos por momentos, otro panorama a lo que se vive por la tarde, cuando la gente comienza a acudir a esta zona antes de partir a sus hogares.
Cristalería, platos, vasos, cucharas, vaporeras, cazuelas, cubetas y hasta las famosas cobijas de tigres para el frío, son algunos de la gran variedad de productos que se pueden encontrar.
“Ahorita está un poco tranquilo, esperemos que se componga, todos venimos con esa idea de vender, pero apenas va agarrando confianza la gente, como todo de repente tenemos temor, pero bendito sea Dios ahí vamos mejorando”, mencionó Jorge Valadez, vendedor de uno de los stands.
Desde las 9:00 de la mañana comienzan a prepararse para la hora en que la Feria abra sus puertas al público, para ofrecer los mejores precios a los visitantes.
“Comenzamos a las 11:00, ya a esas horas ya estamos en ventas, lo que gusten, lo que la gente quiera, yo sé que están temerosos pero todo está bien controlado. Ahí vamos dándole despacio pero bien”, agregó Jorge.
Por los pasillos en su mayoría pueden verse mujeres, pero los hombres no están exentos; los visitantes suelen acudir a comprar aquellos accesorios que faltan en la cocina o inclusive buscan un regalo para la reina del hogar.
“Está económico, bueno hay de todo. Venimos temprano para evitar también la gente, para evitar más que nada el contagio”, mencionó la señora Patricia Bustamante.
“Nosotros tenemos ofertas de platos, tazas, ollas de barro, plástico, botes grandes, vaporeras, batería de peltre, tuppers, un poquito de todo, pero si hay poca gente, en comparación de otros años, en la tarde es cuando todo se compone porque hay más gente”, comentó Agustín González, Quién tiene más de 15 años vendiendo en la feria en su stand llamado “el señor de los trastes” de uno de los stands.