Papa debe actuar contra pedA?filos, aseguran vA�ctimas chilenas

Jorge A. Lumbreras Castro

  · jueves 3 de mayo de 2018

ROMA, Italia. Perdón a nivel personal y a nombre de laIglesia universal, pero a este “apreciable gesto” porparte del papa Francisco ahora se espera que sigan accionesconcretas en la lucha contra la extendida plaga de pedofiliaeclesiástica en Chile y en el mundo entero.

Así lo subrayaron las tres víctimas de abusos sexualescometidos por el clero chileno, huéspedes el pasado fin desemana del pontífice argentino, a quien ilustrarondetalladamente la situación y la crisis que vive la Iglesiachilena.

Juan Carlos Cruz, de 54 años; José AndrésMurillo, de 43 años, y James Hamilton Sánchez, de 54años, respondieron ayer a las preguntas de la prensainternacional después de reunirse, por separado y en grupo,con Francisco. Se podría decir que ellos, con sus denuncias alo largo de varias décadas, han causado la peor crisis en lahistoria de la Iglesia de Chile, comprometiendo inclusive elprestigio del mismo Bergoglio, alineado en principio(erróneamente por estar mal informado) con la tesis de quienesen realidad cubrían los abusos y criticando las denuncias delas víctimas, tachándolas de“calumnias”.

Mostrando seguridad y firmeza en sus respuestas y en sus durasrequisitorias contra los obispos que ocultan el crimen de losabusos sexuales de sacerdotes, convirtiéndose así en“encubridores criminales” en sus diócesis, lostres chilenos arremetieron contra el arzobispo emérito(jubilado) de Santiago de Chile, cardenal Francisco JavierErrazuriz, quien también forma parte de los nueve purpuradosque ayudan a Francisco en la reforma de la Curia y en el gobiernode la Iglesia. Lo acusan de haber ocultado los abusos en Chile y dehaber engañado a Bergoglio.

En el banquillo de los prelados incriminados de encubrimiento delos actos de pedofilia está desde hace tiempo el obispo deOsorno, Juan Barros, acusado inclusive de haber asistido a losabusos del sacerdote Fernando Karadima, violador de Cruz, Murillo yHamilton.

Es más, precisaron los tres chilenos, “ante loscasos de abuso de poder como los encubrimientos de abusos sexualespor parte de obispos y cardenales, la mayoría de los cualesqueda sin castigo, el Papa debe tener el pulso firme, no le debetemblar la mano”.