La ministra de Interior portuguesa, Constança Urbano de Sousa, dimitió este miércoles en un contexto de fuertes críticas contra el Gobierno por su gestión de los incendios forestales, que causaron más de 100 muertos en cuatro meses.
El primer ministro, Antonio Costa, al frente de un Ejecutivo que gobierna en minoría con el apoyo de la izquierda radical, aceptó su dimisión, según un comunicado de su gabinete.
El pequeño partido conservador CDS-PP reclamaba la dimisión de la ministra desde el lunes, cuando el balance de los incendios que arrasaban el país desde el domingo empezaba a aumentar.
Pero Costa resistió, declarando que era "una actitud un poco infantil creer que las consecuencias políticas pasan por la dimisión de los ministros".
Unos gigantescos incendios forestales dejaron 41 muertos y 71 heridos el domingo y el lunes, según protección civil. En junio, 64 personas fallecieron en un incendio cerca de Pedrogao Grande, en el centro del país. Esta temporada de incendios es la más mortífera de la historia de Portugal.
El martes por la noche, cientos de personas se manifestaron en Lisboa contra el Gobierno al grito de "¡vergüenza!" y "¡dimisión!". La marcha fue convocada por un grupo de ciudadanos en Facebook.
"Cien personas han muerto y nadie asume la responsabilidad [...] ¡Necesitamos respuestas!", lanzó un manifestante ante las cámaras de la televisión nacional.
El primer ministro se comprometió el lunes a llevar a cabo "reformas profundas" para acondicionar los bosques y prevenir incendios.
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