"De veras estamos mal", resumió Carlos Tello Macías. "Hace más de 30 años que la economía mexicana está sumida en la mediocridad. ¡No crece! Únicamente favorece a los ricos. La mayoría de los mexicanos se estancó. Se acentuó la desigualdad. Es que no hay inversión pública. Que es motor del desarrollo. Escaseó audacia e imaginación. Se confió a las fuerzas del mercado nuestro progreso. Creí que este nuevo gobierno haría el cambio. ¡Qué va! No se modificó el gasto público. No hay ningún cambio en materia de gasto. Ni en financiamiento al gasto. No varían los impuestos. Imposible el crédito. A panorama igual tendremos iguales resultados.
"El ingreso de las personas no aumentó. El bienestar de los mexicanos no mejoró. El salario mínimo cayó en 1982. Hace poco aumentó. ¡Pero no compra lo que adquiría en el 82! Por eso hay tantos pobres. Coneval ─que es agencia oficial─ revela que el 50 por ciento de la población nacional vive en condición de pobreza. Esto es: uno de cada dos mexicanos. En el sexenio del presidente Zedillo dirigí el Instituto Nacional Indigenista. Digo que la condición general de vida de los pueblos indígenas no mejora. Los indígenas son los pobres de los pobres. Los verdaderos pobres. Los gobiernos no han atendido a la población indígena. Más bien, la han abandonado”.
─Tan pobres como usted los conoce. Sin embargo todos traen un teléfono celular, maestro─, observó el reportero.
Se endurecieron las facciones del educado ─"aprecio los buenos modales"─ estudioso:
"¡Esa, el celular es su única forma de comunicarse! O no vivirían. Para los indígenas comunicarse es muy importante. Dirigí el Instituto Nacional Indigenista. Todas, hasta las muy pobres comunidades pedían un teléfono. Les urgía, les urge. Les resulta vital. El teléfono les acerca a la autoridad. A la familia. Es ─y no exagero─ su vida. Vea. Son capaces de dejar de comer con tal de poder usar un celular. Tener un teléfono fijo cuesta mucho. Es muy caro. Tan pobres, tan abandonados hacen cualquier sacrificio para tener el celular. En el monte. Van de aquí para allá con su celular. Compran tiempo-aire. Dosifican su uso. El celular es esencial para su vida. ¡Vital!"
UNA BUENA VIDA
Profesor Emérito de la Facultad de Economía de la UNAM. Catedrático en la Licenciatura y el Posgrado de la poderosa universidad. Funcionario público durante décadas. Embajador de México en Portugal, URSS y Cuba. Carlos Tello Macías tiene 80 años. "Mi vida ha sido magnífica. Tengo una gran familia. Hijos estudiosos y trabajadores. Estudiaron en el extranjero. Ganaron becas. Obtuvieron sus grados. Vivo con mi esposa. Nos casamos cuando teníamos 22 años".
¿Qué nos trajo a esta condición, maestro?
A mi manera de ver yo opino que lo que ocasiona tan poco crecimiento es abrazar la política de austeridad. La actitud de gobierno poco activo. Que cesara la acción del Estado. Que actuaran los particulares. Y no resultó. Tan así que en los últimos seis años fue casi inexistente la inversión pública. Rondó en alrededor del 2 por ciento del PIB Cosa de 700 mil millones de pesos.
Veamos algunos de los grandes problemas de México", explica el exsecretario de Programación y Presupuesto del gabinete del presidente José López Portillo.
Lo que se gasta en educación, en salud, en seguridad social en nuestro país. ¡Su presupuesto no crece! ¡Es muy bajo! Vea: El gasto que Educación Pública destina a cada alumno es de los más bajos de América. Chile, Uruguay, Brasil, Argentina destinan recursos que están muy por encima de lo que México destina.
Y ese gasto por alumno es idéntico al que se da a cada habitante en materia de salud. He aquí dos apartados importantes para todas las personas. Salud, educación. Temas urgentes.
Y no hay dinero. Priva ─en el gobierno─ pánico a elevar impuestos. Y de endeudarse ¡ni hablar! Opino que urge crear un Programa de Atención Educativa y de Salud. Con metas bien definidas. Y conseguir dinero. Es preciso hacerlo. Ya por vía de impuestos. Ya por la de la deuda.
Observemos ─tienta el exsubsecretario de Ingresos de Hacienda en el sexenio del presidente Luis Echeverría─ ¿Por qué los europeos están, viven bien? Examinemos el caso de España. La razón es simple: Recaudan impuestos que triplican, cuadruplican lo que aquí se capta. No hablemos de los países nórdicos: Dinamarca, Suecia, Finlandia, Noruega. Naciones que recaudan el 50 por ciento del PIB. Aquí andamos en el 12/13.
Por ello esos países europeos dan tan buenos servicios de salud. Y educación. Por lo visto ¿eh? Por lo visto para tener mejores servicios de salud se requiere gastar. En la preparación de los médicos, equipamiento de quirófanos. Que no escaseen medicamentos. Que todo funcione bien. Y en educación, laboratorios, maestros, bibliotecas, escuelas… Del 82 acá ─¿40 años?─ no se gasta. Desde 1976 no se construye una refinería. Importamos más del 50 por ciento de la gasolina que nos mueve. Los mexicanos podemos hacer muchas cosas. Podríamos realizar muchas más. Movidos por dos principios básicos. Que funcionen bien. Mejor. Y más. O al menos que funcionen. Y que se multipliquen.
No hay razón, yo no la veo para que no existan tres o cuatro UNAM en nuestro país. ¿Qué lo impide? Repito: los mexicanos somos capaces. Para UNAM en el país. Y hospitales. Pero se dejó en manos de particulares la creación de hospitales y universidades. Lo hicieron. Pero no son suficientes. Hospitales y universidades privadas cuestan muchísimo dinero. El argumento recurrente: "No hay dinero". Yo opongo: ¡Pues consíguelo!
Los impuestos" –propuso el exdirector del Banco de México─ . La iniciativa privada fomenta la idea de que dar dinero al gobierno equivale a que lo maneje mal o a que se lo robe. Y no hay tal. No es cierto. La mayoría de las cosas que el gobierno hizo resultaron ─en su momento─ muy bien. La UNAM la hizo el gobierno. Y la UNAM le da a México todo. Elenco de distinguidos universitarios. Andrés Manuel López Obrador estudió en Ciencias Políticas. La UNAM ha dado magníficos rectores. José Narro. Juan Ramón de la Fuente. José Sarukhán. Jorge Carpizo.
La UNAM nutre al sector público. Y también al sector privado. Ingenieros, físicos, abogados. Y el Instituto Politécnico Nacional que mejoró mucho…
Vimos cómo se redujo el sector público. Se achicó. ¡Y no era necesario! Tal vez reestructurar algo. A lo mejor vender algunas empresas. Pero no todo. Quienes las compraron, sabían que eran muy buenas. Aeroméxico, por ejemplo. Ahí está. Altos Hornos de México. Sicartsa. Ahí están. En el magnífico puerto de Lázaro Cárdenas. ¿Usted cree que los inversionistas indios nos iban a regalar algo?”.
DISFRUTO SER PROFESOR
Habita el distinguido mexicano Carlos Tello Macías una sencilla, cómoda, hermosa casa. Un óleo de Montenegro retuvo la belleza de una aristocrática señora. "Abuela de mi esposa", confía el académico. Finas porcelanas del Siglo XIX. Muebles con historia. Lo estricto, lo útil.
¿Qué efecto causa en su ánimo tal situación?
Me deprime mucho─, respondió sin vacilar.
Y también me estimula. Hablar del tema. Hacer mejor las cosas. Escuchar a quienes se nos unen. Son quienes piensan en la necesidad de promover desarrollo y justicia social. Ese grupo crece. Pero somos minoría. Y, no gobernamos. Son muchos los que reconocen que poseemos experiencia, voluntad y conocimiento. Hasta ahí.
En esta atmósfera -su casa maravilla- ve usted la vida…─, tanteó el reportero.
Tengo capacidad para ver las cosas─, atajó y amplió.
Analizo. Estudio la vida. Y eso da oportunidad de ver. De hacer propuestas de cambio. De modificación…
Estar así ─produjo enérgico el autor del clásico La Disputa por la Nación que escribió junto a su amigo Rolando Cordera─ me permite disfrutar a plenitud ser profesor en la UNAM. ¡Ah, los jóvenes!”.
¿Llegan bien preparados? Se ha dicho que…
¡Llegan muy bien. El estudiante que llega a la UNAM hoy, es mucho mejor que el que lo hizo hace 40 años. Existen varias razones. Una de ellas es que cada vez la selección es más rigurosa. Examen de admisión exigente. Son muchísimos los aspirantes. La competencia demanda. Por eso entran los mejores. Y hacen de la UNAM la primera universidad de América Latina. ¡Uf! La calidad de profesores, estudiantes, bibliotecas. Se queda en mera conseja aquello de que la computadora liquidaría al libro. No es así. Los libros se venden. Nexos y su editorial Cal y Arena me parece que editan y venden bien. No se venden aquí tantos libros como en España. Y no es por indolencia del lector. ¡Es que no hay dinero para comprar! La gente está pobre!
Carlos Tello Macías se enorgullece de su familia. "Tengo seis nietas". De la Facultad de Economía de la UNAM. "Somos muy buenos. Competimos con el ITAM. Ahí vamos. A veces nos sacan una nariz. A veces nosotros. Muy parejitos. Existe, se da intercambio de profesores..."
¿La Economía nos sirve, profesor?─. No pudo, no quiso contener la risa Carlos Tello. Paciente explicó:
La Economía es una Ciencia Social. Muy diferente a la Química. Esta última produce ─siempre─ una verdad. Pues se obtiene a base de hacer lo mismo. La Economía --Ciencia Social-- deriva en opiniones y escuelas. Escuelas de pensamiento económico.
La Química ─añadió indulgente─ es ciencia "Aditiva". Suma elementos. La Economía es Ciencia Competitiva. Existen mil y una explicaciones. Que compiten entre sí.
Y sí. La Economía siempre está entre nosotros. Nos afecta todos los días. En sus muy distintas formas y ramos. El gasto público. Las banquetas. Las escuelas. La Economía está ahí".
Leo su Ahora Recuerdo, ¿prepara un nuevo libro?
Sí. Aunque no avanzo cómo quisiera. Una obra muy íntima. Un libro que narre vida personal. Juventud. Familia. En eso estoy. Un libro mío. Estrictamente mío.
Se puso el sombrero. "El mejor protector solar", diagnosticó. Y compartió el sedante jardín. "Caty, mi esposa hizo aquí una pista de patinaje para los niños. Ella es la dueña… Adiós”.