Pareciera que la goleada del pasado fin de semana en la capital del país quedó atrás, ha sido olvidada, y es que en la “guarida”, se sigue percibiendo un gran ambiente, mucha armonía y hasta hay espacio para escuchar música a todo volumen mientras el plantel que comanda Nicolás Larcamón le pega duro a los fierros.
Previo al trabajo en cancha, los verdes hicieron un poco de acondicionamiento, algo de pesas, bicicleta y estiramientos, aunque eso sí, con la bocina sonando a todo lo que da. La playlist de La Fiera incluyó banda, reguetón y hasta cumbia, sin duda la favorita de la legión extranjera.
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Solo que una vez que salió el “domador” y sus asistentes al campo, todo mundo calló y de inmediato el plantel se reportó en el centro de la cancha para escuchar las indicaciones del estratega argentino. En este sentido, no existe una rigidez tan marcada como en procesos anteriores, Larcamón suelta un poco las riendas, pero también las sabe mantener firmes y más luego de un resultado como el que se dio en Ciudad Universitaria. Lo que es claro es que el sudamericano busca sacudir la presión del primer revés y luce confiado en lo que este elenco le puede dar a futuro.
La novedad de la práctica matutina en el Estadio Nou Camp fue la presencia de los cuatro lesionados, quienes dejaron las terapias y ahora pasaron a realizar ejercicios en el terreno de juego, aunque aún por separado. Poncho Blanco, “El Avión” Ramírez, Elías Hernández y Adonis Frías, son los elementos que se encuentran entre algodones, sin embargo, de todos estos es muy probable que el central pampero pueda salir por primera vez al banquillo en el cotejo frente a los “pingos” mexiquenses. Los otros tres si lucen descartados e incluso para varias semanas más fuera.
Como ha sido una costumbre desde su arribo, Larcamón les permitió a los medios de comunicación observar 20 minutos del entrenamiento, para después encerrarse a piedra y lodo para afinar lo técnico-táctico, en especial esa línea de cinco defensores que ya le provocó su primera jaqueca de la campaña.
