El 2022 será un año especial para Los Socios del Ritmo. La agrupación que comenzó en Campeche tocando cumbia en noviembre de 1962, cumplirá 60 años de poner a bailar al público mexicano.
Son seis décadas en que el grupo ha tenido que adaptarse a nuevas tendencias, a los cambios propios de la industria musical, pero siempre defendiendo la bandera de la cumbia.
“Hemos tocado las cumbias de acuerdo a las épocas. Nacimos en un año donde iba finalizando el rock & roll y nosotros tocamos ese ritmo”, recuerda Luis Antonio Ruiz Tonacho, tecladista y fundador del grupo.
“Después de eso empezamos a tocar la cumbia de esa época, las de Mike Laure, Carmen Rivero, Los Gatos Negros, ese tipo de cumbias de Colombia. Fuimos dando nuestro sello, estilo y lo fusionamos, así los compañeros fueron asimilando el sonido de Los Socios”.
Fue a finales del siglo pasado que Los Socios del Ritmo lograron despegar con un vuelo internacional gracias al éxito de su tema Llorar. “En ese año le dimos un giro a la cumbia”, asegura el músico.
“La cumbia siempre ha sido la misma, pero evoluciona con todas las técnicas de grabación, los instrumentos sofisticados y con los compositores que llegan componiendo de otra forma. Ahora le hemos dado otro vuelco con este nuevo concepto que está funcionando”.
Ese concepto es el que presentan en La cumbia es lo de hoy, un álbum en el que adaptan clásicos de la música popular mexicana con algunas colaboraciones. El disco incluye versiones en cumbia de Felicidad, con Rubén Albarrán, de Mentirosa, original y en colaboración con Elefante; El centro de mi corazón, original de Chayanne y con Omar Chaparro como invitado o El año viejo, a dueto con Samo.
“El plan de este álbum fue versionar canciones poperas de los ochentas y noventas que nadie haya hecho en cumbia como Suave de Luis Miguel, Te extraño, te olvido, te amo de Ricky Martin o Mujeres de Ricardo Arjona. Esa es la primera sorpresa, escuchar estos temas con cumbia y con grandes colaboraciones”, señala Mauricio González, percusionista.
El disco es una prueba de la diversidad que Los Socios del Ritmo han adoptado en 60 años de carrera.
“Toda nuestra vida ha habido cambios, desde tecnología, instrumentaciones, arreglos, música… Hemos hecho grandes homenajes a orquestas, danzones, instrumentales, chachachás. Así que este disco es una secuencia de lo que somos: gente de renovación, de nuevas y explosivas ideas. Y este cambio en los duetos no puede ser la excepción”, señala Tonacho.
Para la celebración por sus 60 años, Los Socios del Ritmo tienen planeada una serie de actividades que irán anunciando a lo largo del próximo año.
“La pandemia no nos da certeza pero queremos hacer presentaciones en recintos importantes de México y Estados Unidos. Estamos en pláticas avanzadas con nuestra compañía (Fonovisa) para un disco de aniversario. Y sería padrísimo lograr una serie (para contar nuestra historia) o algo así. Pero, por lo pronto, hay que ir apartando las cajas de whisky”, concluye Mauricio González.