A un año de la tragedia del camionazo del bulevar Calcopirita y Exposiciones, la herida sigue sin sanar para Blanca Estela Rivera y toda su familia, ese día perdieron a José Gerardo Rivera de 45 años, cuando regresaba del Centro en la ruta 84, después de pasar una tarde agradable; nunca llegó a su casa en Balcones de la Joya con los suyos.
Este primer aniversario de aquella noche de sábado trágico 29 de diciembre del 2018, donde diez personas más murieron por severos golpes en la cabeza, tras las tres posibles vueltas que dio el camión, el barranco de unos 10 metros de profundidad está vandalizado. Sí; ahí donde los deudos colocaron cruces.
Como si la memoria y el respeto no existieran por este terrible accidente, ni por el lugar y lo que familiares usan para honrar y recordar las buenas obras en vida de los que ese día perdieron la vida, algunos ven la zona para destruida, solo por ocio.
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Este sábado, Blanca, en compañía de más familiares, estuvieron levantado las cruces no solo de su hermano Gerardo, sino de todos los demás caídos, cuestionando así misma, a quién le molesta este recordatorio de aquel momento que todavía causa dolor y llanto.
“Mal; todos los hermanos no se resignan a lo que pasó ese día y venimos a ver lo de su cruz y se me hace muy injusto que estén destruyendo esto; a nadie le molesta o le perjudica el hecho de que esté aquí este recordatorio para todos los que perdimos un familiar ese día”, indicó Blanca mientras arreglaba la cruz de su hermano Gerardo.
En verdad la sensación de tristeza en esa caída del terreno invade al instante y toca los sentimientos al ver todavía partes de aquella unidad de la ruta 84, la defensa trasera sigue acompañando la escena, cristales de una ventana donde fue la primera volcadura y algunas otras partes de fibra de vidrio corroídas por el sol.
