León, Gto.- A pesar de su cercanía con el primer cuadro de la ciudad, en donde la presencia policiaca es basta, existen varias calles que son inseguras. Un secreto a voces, es el conocimiento de robos y asaltos a cualquier hora del día y una de ellas, es la calle Toro, en el barrio del Coecillo, que a pesar de estar a un costado del Poder Judicial de la Federación, no es impedimento para que los hampones realizan su ilícita actividad.
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La inseguridad en la calle mencionada, ha rebasado los límites de tolerancia de los afectados, entre ellos, más de cien empleados del organismo judicial, a quienes les han robado desde dinero y teléfonos celulares, hasta su comida e incluso, aunque suene irónico, los chicles.
La calle Toro está conformada por dos cuadras, mide 360 metros de longitud y se encuentra entre el bulevar Adolfo López Mateos y el bulevar La Luz. A la mitad, la atraviesa la calle Españita, a unos cuantos metros se encuentra la intersección con el Malecón del Río.
"La Toro", es una angosta vialidad, en la que se encuentran alrededor de unas 30 casas que no son otra cosa más que fincas antiguas, algunas de ellas abandonadas y en mal estado y que tienen como soporte vigas de madera que evitan el colapso de sus húmedas fachadas.
Otros de los inmuebles, han sido remodelados y ahora son negocios, la mayoría de ellos peluquerías y tiendas de insumos para calzado. La calle está sola y solo los más valientes se atreven a pasar solos. Pero ahora, aunque lo hagan acompañados, terminan siendo víctimas del hampa.
En la esquina con la calle Españita, hay una tienda, hay negocios e incluso "viene, viene" y lavacoches, quienes han sido testigos de los asaltos pero por temor o indiferencia, hacen caso omiso cuando presencian estos hechos".
"En ocasiones necesitamos algo de la tienda y la de la calle Españita, es la más cercana, vamos a la una o dos de la tarde, por un refresco, un bolillo o tortilla, hay gente en la calle, hay vehículos transitando, en las peleterias, están cargando rollos o otros materiales, hay movimiento, pero cuando ven que está sucediendo el asalto, se hacen los despistados", comentó Betania, empleada del Poder Judicial.
Otro testimonio es el de José, quien recuerda que en una ocasión él y sus compañeros acudieron a la tienda y derivado de los asaltos, no se llevaron sus teléfonos celulares y únicamente, cargaron con el dinero justo, para comprar lo que necesitaban.
"Ya íbamos de regreso a la oficina y a mi se me olvidó comprar unos chicles, me regrese y les dije mis cuatro compañeros que se adelanta, solo traía los cinco pesos para comprarlos, llegue a la tienda y cuando estaba por alcanzar a mis amigos se me acercó el asaltante, le dije que solo tenia los chicles y se los llevo, me dio coraje, pero también risa, no pensé que hasta eso se llevaran", Compartió el joven afectado.
Este viernes, los empleados se manifestaron con pancartas, exigiendo a las autoridades mayor seguridad en la zona. Hasta ahora, no hay postura de ninguna dependencia.