/ lunes 30 de octubre de 2023

Juventud y transformación social

Que los impulsos de vida trasciendan en la juventud: reto que se puede y debe lograr a través del estudio científico integral.

A través de los siglos se ha perpetuado un conflicto generacional entre adultos y jóvenes, argumentando que, al llegar a esta etapa evolutiva, se asume una conducta rebelde, intolerante y desafiante de la autoridad familiar y civil. Los señalamientos crecen a tal intensidad que se llegan a emitir juicios tales como afirmar que la juventud está perdida, desorientada, que su comportamiento es en general anormal.

Citado conflicto no emerge de manera accidental, resultado de nuestro tiempo, obedece a fenómenos multifactoriales que lo explican científicamente. En un análisis inicial, es importante reconocer como ampliamente lo expone J. Piaget, que el joven, conquista en su proceso evolutivo, una inteligencia abstracta, en donde a diferencia del niño cuya inteligencia es concreta, el joven delibera en el mundo de las ideas, en la reflexión sobre su entorno, pensamiento que lo lleva a cuestionar el porqué de las cosas, alimentando una filosofía de cambio y transformación de su contexto.

Por otra parte, el psicoanálisis, tan cuestionado por pensadores dogmáticos, explica ampliamente las motivaciones inconscientes y evolutivas de la psique en la juventud, aportaciones científicas que revelan procesos psicoafectivos que caracterizan y conflictúan al adolescente, a saber:

ü Abandono de su cuerpo infantil.

ü Abandono de su rol de niño.

ü Abandono de sus padres de la infancia.

Juzgar al adolescente, al joven desde una perspectiva moral, sancionadora, pareciera justificar los juicios que realizamos sobre su comportamiento al que reitero, solemos calificar como anormal. A. Aberastury, estudiosa de la adolescencia con un enfoque psicoanalítico, plantea como la generación adulta, explica el comportamiento adolescente como anormal, cuando los procesos evolutivos y dinámicos del joven, responden a un proceso de desarrollo normal a la luz de la investigación.

Por otra parte, preciso que aunado a la interpretación empírica que se realiza del comportamiento adolescente, se agrega el poco o nulo reconocimiento que los adultos hacemos de la juventud. Al respecto E. Erickson, teórico de la personalidad con una orientación humanista, argumenta en oposición a connotaciones y juicios negativos de la conducta adolescente, las virtudes que lo caracterizan, enfatizando que la principal virtud del adolescente es la lealtad, principio ético superior de toda relación humana.

A propósito de la entrega de reconocimientos que la Fundación de Apoyo a la Juventud y la familia de Bernardo Quintana Arrioja hiciera a jóvenes estudiantes de CONALEP que se distinguen por sus méritos de excelencia académica, patriotismo, servicio, valor y liderazgo, considero oportuno significar la importancia por:

  • Apreciar y reconocer en la juventud sus virtudes, las cuales contribuyen al cambio y transformación social.
  • Superar los juicios distorsionados que hacemos del joven a partir de un acercamiento al conocimiento científico de su personalidad.
  • Diseño de políticas públicas que favorezcan el potencial humano del joven, su desarrollo, no su segregación y/o discriminación.
  • Ampliar espacios en la matrícula de las escuelas públicas para incrementar la absorción de la juventud en instituciones de Educación media superior y universidades, contrario a las políticas de lo que ha venido ocurriendo en las últimas décadas.

Como sabiamente lo refería Bernardo Quintana Arrioja, personaje que con su obra contribuyó a la construcción del México moderno en infraestructura y obra civil afirmando que: La transformación social de nuestro país se encuentra en las aulas y en la juventud. La historia es testimonio de la transformación social gracias a la fuerza en favor del progreso y bienestar humano que ha caracterizado a la juventud en todos los tiempos. La juventud actual no es, ni será la excepción.

Mi beneplácito a la comunidad y autoridades de CONALEP por ofrecer a la juventud estudiosa la presea "Bernardo Quintana Arrioja”, eventos de esta naturaleza, cultivan la esperanza por una sociedad más próspera y humana.

Comparto mi correo para continuar orientando a los interesados en temas relacionados a la salud emocional zavalafranciscoramirez@gmail.com

Que los impulsos de vida trasciendan en la juventud: reto que se puede y debe lograr a través del estudio científico integral.

A través de los siglos se ha perpetuado un conflicto generacional entre adultos y jóvenes, argumentando que, al llegar a esta etapa evolutiva, se asume una conducta rebelde, intolerante y desafiante de la autoridad familiar y civil. Los señalamientos crecen a tal intensidad que se llegan a emitir juicios tales como afirmar que la juventud está perdida, desorientada, que su comportamiento es en general anormal.

Citado conflicto no emerge de manera accidental, resultado de nuestro tiempo, obedece a fenómenos multifactoriales que lo explican científicamente. En un análisis inicial, es importante reconocer como ampliamente lo expone J. Piaget, que el joven, conquista en su proceso evolutivo, una inteligencia abstracta, en donde a diferencia del niño cuya inteligencia es concreta, el joven delibera en el mundo de las ideas, en la reflexión sobre su entorno, pensamiento que lo lleva a cuestionar el porqué de las cosas, alimentando una filosofía de cambio y transformación de su contexto.

Por otra parte, el psicoanálisis, tan cuestionado por pensadores dogmáticos, explica ampliamente las motivaciones inconscientes y evolutivas de la psique en la juventud, aportaciones científicas que revelan procesos psicoafectivos que caracterizan y conflictúan al adolescente, a saber:

ü Abandono de su cuerpo infantil.

ü Abandono de su rol de niño.

ü Abandono de sus padres de la infancia.

Juzgar al adolescente, al joven desde una perspectiva moral, sancionadora, pareciera justificar los juicios que realizamos sobre su comportamiento al que reitero, solemos calificar como anormal. A. Aberastury, estudiosa de la adolescencia con un enfoque psicoanalítico, plantea como la generación adulta, explica el comportamiento adolescente como anormal, cuando los procesos evolutivos y dinámicos del joven, responden a un proceso de desarrollo normal a la luz de la investigación.

Por otra parte, preciso que aunado a la interpretación empírica que se realiza del comportamiento adolescente, se agrega el poco o nulo reconocimiento que los adultos hacemos de la juventud. Al respecto E. Erickson, teórico de la personalidad con una orientación humanista, argumenta en oposición a connotaciones y juicios negativos de la conducta adolescente, las virtudes que lo caracterizan, enfatizando que la principal virtud del adolescente es la lealtad, principio ético superior de toda relación humana.

A propósito de la entrega de reconocimientos que la Fundación de Apoyo a la Juventud y la familia de Bernardo Quintana Arrioja hiciera a jóvenes estudiantes de CONALEP que se distinguen por sus méritos de excelencia académica, patriotismo, servicio, valor y liderazgo, considero oportuno significar la importancia por:

  • Apreciar y reconocer en la juventud sus virtudes, las cuales contribuyen al cambio y transformación social.
  • Superar los juicios distorsionados que hacemos del joven a partir de un acercamiento al conocimiento científico de su personalidad.
  • Diseño de políticas públicas que favorezcan el potencial humano del joven, su desarrollo, no su segregación y/o discriminación.
  • Ampliar espacios en la matrícula de las escuelas públicas para incrementar la absorción de la juventud en instituciones de Educación media superior y universidades, contrario a las políticas de lo que ha venido ocurriendo en las últimas décadas.

Como sabiamente lo refería Bernardo Quintana Arrioja, personaje que con su obra contribuyó a la construcción del México moderno en infraestructura y obra civil afirmando que: La transformación social de nuestro país se encuentra en las aulas y en la juventud. La historia es testimonio de la transformación social gracias a la fuerza en favor del progreso y bienestar humano que ha caracterizado a la juventud en todos los tiempos. La juventud actual no es, ni será la excepción.

Mi beneplácito a la comunidad y autoridades de CONALEP por ofrecer a la juventud estudiosa la presea "Bernardo Quintana Arrioja”, eventos de esta naturaleza, cultivan la esperanza por una sociedad más próspera y humana.

Comparto mi correo para continuar orientando a los interesados en temas relacionados a la salud emocional zavalafranciscoramirez@gmail.com