/ lunes 8 de abril de 2024

Rafa prometió regresar por Guardián, su mejor amigo. Columna: Historias del Estado Número 33. (No. 30)

Rafa tiene dos debilidades muy marcadas: ama por sobre todas las cosas a su familia y, también, ama a su perro, un bóxer blanco que le regaló su papá antes de morir. Rafa crió a ese perro no como a una mascota sino como al más fiel de los amigos. “Lo llamaré Guardián, porque eso es lo que hace con nuestra familia: ¡cuidarnos!”, respondió Rafa cuando le preguntó su papá cómo lo llamaría.

El papá de Rafa murió un año después de adoptar a Guardián. Desde entonces, Rafa entendió que ahora él y su perro serían los encargados de cuidar de la familia. Cuando la inseguridad empeoró en su natal Tamaulipas, Rafa decidió migrar a Estados Unidos, pero lo hizo sabiendo que en casa dejaba al cuidado de lo que más amaba a su fiel amigo.

“Regresaré por mamá y también lo haré por ti, mi gran amigo”, le dijo Rafa en una de sus orejas a ese bóxer que lo veía con la tristeza de quien sabe que se trata de una despedida. Rafa se persigno y dijo adiós con su mano a su madre, quien lo observaba desde la puerta de su casa con su fiel Guardián a un lado.


La migración es un acto que nace del amor de las personas que han tenido que abandonar su hogar para mejorar la calidad de vida de sus seres queridos. La historia de Rafa es un ejemplo de ello, y es, también, la historia de muchos mexicanos que, al no tener las condiciones idóneas para vivir, deciden migrar.

Ahora que vivimos tiempos electorales tanto en Estados Unidos como en México, la gran pregunta es ¿el tema de la migración será tomado con seriedad o seguiremos viendo que se usa como una llave que abra las puertas de la popularidad? Mientras las campañas y las discusiones entre los gobiernos estadounidense y mexicano transitan de lo político a los hechos, vemos que la migración fluye y que no la podemos detener ni debemos hacerlo. Así como me comentó un voluntario de un albergue de migrantes: “Estas personas son buenas, tienen oficios y profesiones. Son como el agua que genera vida a su paso”.


Estamos a unas semanas de las elecciones presidenciales en México y a unos meses de las elecciones en Estados Unidos y podemos ver que el fenómeno de la migración ya no sólo es de quienes buscan llegar a la Unión Americana. Ahora, muchos migrantes ya radicados en EE.UU. abandonan granjas, obras de construcción y compañías de transporte ante el temor de ser deportados por las leyes antiinmigrantes que se han implementado últimamente. Estas situaciones son termómetros de lo que ocurre actualmente y de lo que enfrentarán quienes resulten ganadores de las elecciones en ambos países. ¿Estarán listas y listos quienes aspiran a ser presidentes? ¡Deberían estarlo!

Por fin, el teléfono sonó en la casa de Rafa. “¡Ya crucé, mamá! ¡Gracias a Dios, ya crucé!”, dijo Rafa muy emocionado y con el llanto quebrándole la voz. Después de tres intentos fallidos de cruzar la frontera y un ataqué feroz de la guardia fronteriza, Rafa y un grupo de migrantes lograron vencer al Río Bravo. Al escuchar la voz de Rafa por el teléfono, Guardián ladró como hacía mucho tiempo no lo hacía.

Esos ladridos tan eufóricos eran todo lo que Rafa necesitaba escuchar para sentir un poco de alivio, al saber que su mejor amigo cuidaba de su madre. Ahora, Rafa sabía que podía luchar su siguiente batalla: conquistar el “sueño americano” para, como lo prometió, regresar un día por las dos cosas que más ama en la vida.


Dr. Juan Hernández

Analista de temas de migración

Facebook: @Juan Hernandez

Twitter: @JuanHernandezS

Instagram: dr.juanhernandez

Rafa tiene dos debilidades muy marcadas: ama por sobre todas las cosas a su familia y, también, ama a su perro, un bóxer blanco que le regaló su papá antes de morir. Rafa crió a ese perro no como a una mascota sino como al más fiel de los amigos. “Lo llamaré Guardián, porque eso es lo que hace con nuestra familia: ¡cuidarnos!”, respondió Rafa cuando le preguntó su papá cómo lo llamaría.

El papá de Rafa murió un año después de adoptar a Guardián. Desde entonces, Rafa entendió que ahora él y su perro serían los encargados de cuidar de la familia. Cuando la inseguridad empeoró en su natal Tamaulipas, Rafa decidió migrar a Estados Unidos, pero lo hizo sabiendo que en casa dejaba al cuidado de lo que más amaba a su fiel amigo.

“Regresaré por mamá y también lo haré por ti, mi gran amigo”, le dijo Rafa en una de sus orejas a ese bóxer que lo veía con la tristeza de quien sabe que se trata de una despedida. Rafa se persigno y dijo adiós con su mano a su madre, quien lo observaba desde la puerta de su casa con su fiel Guardián a un lado.


La migración es un acto que nace del amor de las personas que han tenido que abandonar su hogar para mejorar la calidad de vida de sus seres queridos. La historia de Rafa es un ejemplo de ello, y es, también, la historia de muchos mexicanos que, al no tener las condiciones idóneas para vivir, deciden migrar.

Ahora que vivimos tiempos electorales tanto en Estados Unidos como en México, la gran pregunta es ¿el tema de la migración será tomado con seriedad o seguiremos viendo que se usa como una llave que abra las puertas de la popularidad? Mientras las campañas y las discusiones entre los gobiernos estadounidense y mexicano transitan de lo político a los hechos, vemos que la migración fluye y que no la podemos detener ni debemos hacerlo. Así como me comentó un voluntario de un albergue de migrantes: “Estas personas son buenas, tienen oficios y profesiones. Son como el agua que genera vida a su paso”.


Estamos a unas semanas de las elecciones presidenciales en México y a unos meses de las elecciones en Estados Unidos y podemos ver que el fenómeno de la migración ya no sólo es de quienes buscan llegar a la Unión Americana. Ahora, muchos migrantes ya radicados en EE.UU. abandonan granjas, obras de construcción y compañías de transporte ante el temor de ser deportados por las leyes antiinmigrantes que se han implementado últimamente. Estas situaciones son termómetros de lo que ocurre actualmente y de lo que enfrentarán quienes resulten ganadores de las elecciones en ambos países. ¿Estarán listas y listos quienes aspiran a ser presidentes? ¡Deberían estarlo!

Por fin, el teléfono sonó en la casa de Rafa. “¡Ya crucé, mamá! ¡Gracias a Dios, ya crucé!”, dijo Rafa muy emocionado y con el llanto quebrándole la voz. Después de tres intentos fallidos de cruzar la frontera y un ataqué feroz de la guardia fronteriza, Rafa y un grupo de migrantes lograron vencer al Río Bravo. Al escuchar la voz de Rafa por el teléfono, Guardián ladró como hacía mucho tiempo no lo hacía.

Esos ladridos tan eufóricos eran todo lo que Rafa necesitaba escuchar para sentir un poco de alivio, al saber que su mejor amigo cuidaba de su madre. Ahora, Rafa sabía que podía luchar su siguiente batalla: conquistar el “sueño americano” para, como lo prometió, regresar un día por las dos cosas que más ama en la vida.


Dr. Juan Hernández

Analista de temas de migración

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Twitter: @JuanHernandezS

Instagram: dr.juanhernandez