/ miércoles 4 de julio de 2018

Caja Negra - Martín Diego

El huracán dejó unos cuantos sobrevivientes

“Y entonces, círculos concéntricos envolvieron a la propia lancha solitaria, y a todos sus tripulantes, y a todo remo flotante, y a toda asta de lanza; y haciendo girar todos, con cosas animadas e inanimadas, alrededor de un solo torbellino, se llevaron de la vita hasta la más pequeña astilla del Pequod” (Herman Melville en Moby Dick) La narración devastadora del barco ballenero Pequod en la novela de Herman Melville, Moby Dick, resulta una analogía de lo que le ocurrió al Partido Revolucionario Institucional. Sí, el partido que se supuso el Ave Fénix que renació de las cenizas en las que cayó entre 2000 y 2012 y que, no obstante, fue alcanzado por dos grandes huracanes: uno azul y el otro moreno. La elección del domingo pasado dejó la más baja votación para el tricolor que abanderó a Gerardo Sánchez García. El 12 .77 por ciento de la votación, es decir 266 mil 916 votos para su proyecto frente a 1 millón 40 mil que votaron por Diego Sinhue, es un reflejo de los estragos provocados por el huracán azul. Qué decir del huracán moreno sumó 507 mil 903 sufragios, es decir, 240 mil 984 votos más que el PRI partido que tendrá al menos 11 alcaldes, los dos diputados plurinominales del movimiento gerardista (José Huerta Aboytes y Celeste Gómez Fragoso) y nada más. Sin diputados federales y sin senadores quienes, por cierto, fueron apabullados por Morena. En los últimos 20 años la peor elección para el PRI con Gerardo Sánchez quien fue catalogado por sus correligionarios como el peor candidato. Inclusive, dicen algunos de los sobrevivientes del tsunami que afectó a ese partido, que Sánchez es víctima de su propio comportamiento: tomar las instalaciones de su partido en pleno proceso electoral cuando compitió Juan Ignacio Torreslanda, haber ahogado a Bárbara Botello Santibañez y sus logros como alcaldesa de León y, abandonar a sus candidatos en los municipios donde él mismo los llevó. Una cosa es cierta: Gerardo Sánchez tampoco recibió el apoyo comprometido por su mecenas Carlos Romero Deschamps quien a últimos meses y ya sin repuntar en las preferencias electorales, dejó de tomarle las llamadas telefónicas. Pero ello se debe a su ruptura y alejamiento del proyecto nacional que encabezó José Antonio Meade a quien le prometió 1.4 millones de votos desde Guanajuato. A él tampoco le cumplió. Será por eso que en los planes de una transición tampoco será tomado en cuenta. Hoy en las altas esferas del PRI nacional, se confirma un pacto o acuerdo con el virtual presidente electo del país, Andrés Manuel López Obrador y, será por eso, que comentan que el próximo director del Infonavit será José Luis Romero Hicks. Sí, el mismo quien compitió en la contienda interna del PRI para ser el candidato a gobernador. En cambio Gerardo Sánchez no está contemplado en este proyecto. Sin embargo el PRI es un partido que es proclive a la institucionalidad. Por eso es que los sobrevivientes a estos huracanes, los sobrevivientes del Pequod, quieren esperar a que se tranquilicen las aguas, a que se aclaren los escenarios y el panorama les alcance para una reconciliación de partido antes de caer en una actitud inquisitoria o de canibalismo. Sí, es cierto que el PRI dejó de ser opción en el país y en el estado. Un tercer lugar que le cedió el PVEM para estar a la altura de los partidos emergentes. Un partido que se tendrá que recomponer y que lo último que requiere es que las bajas pasiones, otra vez, se apoderen de quienes buscan tomar por asalto al tricolor. Ya iniciaron quienes buscan entre los despojos del PRI, ser los redentores. El diputado Ricardo Ramírez Nieto se siente con arrojos para lograrlo pero, sus correligionarios le llaman a la mesura “todavía está tibio el muerto” dicen desde varios municipios. Ya vendrá ese momento para el PRI, partido que se jugará su última carta en Guanajuato para ver si logra ser opción en la elección intermedia o, bien, será el partido del fondo por otro sexenio más. Así las cosas. (*) El autor es periodista que ha publicado en la prensa local, nacional y extranjera. Es analista político y editor en el portal Platino News, Noticias para la Nueva Generación  www.platino.news Twitter: @MartinDiegoMX  Correo: martin@platino.news

El huracán dejó unos cuantos sobrevivientes

“Y entonces, círculos concéntricos envolvieron a la propia lancha solitaria, y a todos sus tripulantes, y a todo remo flotante, y a toda asta de lanza; y haciendo girar todos, con cosas animadas e inanimadas, alrededor de un solo torbellino, se llevaron de la vita hasta la más pequeña astilla del Pequod” (Herman Melville en Moby Dick) La narración devastadora del barco ballenero Pequod en la novela de Herman Melville, Moby Dick, resulta una analogía de lo que le ocurrió al Partido Revolucionario Institucional. Sí, el partido que se supuso el Ave Fénix que renació de las cenizas en las que cayó entre 2000 y 2012 y que, no obstante, fue alcanzado por dos grandes huracanes: uno azul y el otro moreno. La elección del domingo pasado dejó la más baja votación para el tricolor que abanderó a Gerardo Sánchez García. El 12 .77 por ciento de la votación, es decir 266 mil 916 votos para su proyecto frente a 1 millón 40 mil que votaron por Diego Sinhue, es un reflejo de los estragos provocados por el huracán azul. Qué decir del huracán moreno sumó 507 mil 903 sufragios, es decir, 240 mil 984 votos más que el PRI partido que tendrá al menos 11 alcaldes, los dos diputados plurinominales del movimiento gerardista (José Huerta Aboytes y Celeste Gómez Fragoso) y nada más. Sin diputados federales y sin senadores quienes, por cierto, fueron apabullados por Morena. En los últimos 20 años la peor elección para el PRI con Gerardo Sánchez quien fue catalogado por sus correligionarios como el peor candidato. Inclusive, dicen algunos de los sobrevivientes del tsunami que afectó a ese partido, que Sánchez es víctima de su propio comportamiento: tomar las instalaciones de su partido en pleno proceso electoral cuando compitió Juan Ignacio Torreslanda, haber ahogado a Bárbara Botello Santibañez y sus logros como alcaldesa de León y, abandonar a sus candidatos en los municipios donde él mismo los llevó. Una cosa es cierta: Gerardo Sánchez tampoco recibió el apoyo comprometido por su mecenas Carlos Romero Deschamps quien a últimos meses y ya sin repuntar en las preferencias electorales, dejó de tomarle las llamadas telefónicas. Pero ello se debe a su ruptura y alejamiento del proyecto nacional que encabezó José Antonio Meade a quien le prometió 1.4 millones de votos desde Guanajuato. A él tampoco le cumplió. Será por eso que en los planes de una transición tampoco será tomado en cuenta. Hoy en las altas esferas del PRI nacional, se confirma un pacto o acuerdo con el virtual presidente electo del país, Andrés Manuel López Obrador y, será por eso, que comentan que el próximo director del Infonavit será José Luis Romero Hicks. Sí, el mismo quien compitió en la contienda interna del PRI para ser el candidato a gobernador. En cambio Gerardo Sánchez no está contemplado en este proyecto. Sin embargo el PRI es un partido que es proclive a la institucionalidad. Por eso es que los sobrevivientes a estos huracanes, los sobrevivientes del Pequod, quieren esperar a que se tranquilicen las aguas, a que se aclaren los escenarios y el panorama les alcance para una reconciliación de partido antes de caer en una actitud inquisitoria o de canibalismo. Sí, es cierto que el PRI dejó de ser opción en el país y en el estado. Un tercer lugar que le cedió el PVEM para estar a la altura de los partidos emergentes. Un partido que se tendrá que recomponer y que lo último que requiere es que las bajas pasiones, otra vez, se apoderen de quienes buscan tomar por asalto al tricolor. Ya iniciaron quienes buscan entre los despojos del PRI, ser los redentores. El diputado Ricardo Ramírez Nieto se siente con arrojos para lograrlo pero, sus correligionarios le llaman a la mesura “todavía está tibio el muerto” dicen desde varios municipios. Ya vendrá ese momento para el PRI, partido que se jugará su última carta en Guanajuato para ver si logra ser opción en la elección intermedia o, bien, será el partido del fondo por otro sexenio más. Así las cosas. (*) El autor es periodista que ha publicado en la prensa local, nacional y extranjera. Es analista político y editor en el portal Platino News, Noticias para la Nueva Generación  www.platino.news Twitter: @MartinDiegoMX  Correo: martin@platino.news